En plena ola de calor, se hace difícil sobrellevar el embarazo, especialmente si estás pasando tus últimas semanas de embarazo en verano con altas temperaturas. Si ya de por sí el calor provoca cansancio, desanimo, agobio, imaginaos con un bebé en la barriga... Puede llegar a ser insoportable.
Los pies se hinchan hasta perder la forma, la barriga parece pesar el doble o el triple, sudas tanto que empapas la ropa y dar tres pasos puede convertirse en una odisea. Sólo por mencionar algunas de las molestias más frecuentes que sufren las embarazadas en verano. Pero no desesperéis, que el embarazo en verano también tiene ventajas, a mí me ha gustado mucho estar embarazada en esta época.
A lo que vamos, que todavía quedan unos cuantos días de verano. Te daré siete consejos fresquitos para sobrevivir a estos calores en el embarazo.
Deja el broncearte para el próximo verano
La exposición al sol hace que se eleve rápidamente tu temperatura corporal. Los vasos se dilatan, comienzan los sudores y además te expones al riesgo de la aparición de manchas en la piel, ya que en el embarazo aumenta la secreción de melanina responsable de su oscurecimiento. De todas maneras, es recomendable que te apliques una crema con factor de protección solar todos los días antes de salir a la calle, y antes de exponerte al sol.
Refréscate durante el día y antes de dormir
Este verano, procura tener siempre cerca una piscina, una playa, un aire acondicionado o un ventilador al que recurrir cuando las temperaturas pasen el límite de lo soportable. Sino, siempre te quedará la ducha fría.
Mantén tu casa lo más fresca posible. Abre las ventanas a primera hora para ventilar, pero cuando el calor empiece a apretar ciérralas y baja un poco las persianas. Un truco que funciona muy bien es darte una ducha para refrescarte antes de ir a la cama. Así, podrás dormir más a gusto.
Hazte y que te hagan mimos refrescantes
Háztelos y que te los hagan. El embarazo es un momento ideal para pedirle a tu pareja que te mime. Baños de espuma, masajes, geles fríos en las piernas antes de dormir, rutinas de belleza refrescantes... Aquí tienes siete trucos de belleza refrescante para embarazadas que puedes comenzar a poner en práctica si todavía no lo has hecho.
Hidrátate y elige alimentos hidratantes
Es muy importante que te mantengas bien hidratada para evitar sufrir un golpe de calor. Ten siempre a mano una botella de agua fresquita para beber con frecuencia. Pero no sólo debes hidratarte con agua, el verano es ideal para preparar batidos de frutas, zumos naturales, sopas frías, ensaladas para combatir el calor...
Evita las comidas copiosas y huye de los fritos y las grasas. En cambio, haz varias comidas ligeras a lo largo del día. Elige snacks saludables y haz cenas livianas para evitar malas noches. Sino, entre el calor y la mala digestión no hay quien duerma en verano embarazada.
Usa ropa ligera y calzado adecuado
Sin duda, la vestimenta es una de las grandes ventajas de estar embarazada en verano. Te atas cualquier trapito a la barriga y listo. En invierno, en cambio, tienes que usar capas y capas de ropa.
Elige prendas de tejidos ligeros, preferiblemente de lino o algodón. Evita tejidos sintéticos que se adhieren a la piel y aumentan la sensación de calor y el sudor. Utiliza gorras y sombreros para protegerte la cabeza.
El calzado también es muy importante. Elige un zapato cómodo, ni demasiado alto ni demasiado bajo para evitar dolores en la espalda y en las piernas.
Descansa a la sombra
No es momento de hacer entrenamientos para maratones. El ejercicio en el embarazo está muy bien, pero especialmente en verano elige una práctica moderada (caminar, yoga, bici) a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
Luego el descanso te ayudará a reponer fuerzas. Si puedes permitírtelo, haz una siesta después de comer con las piernas en alto para prevenir la hinchazón.
Este verano busca la sombra siempre que puedas. Refréscate en la piscina o en la ducha y túmbate a descansar debajo de un árbol o de una sombrilla. Eso sí, no olvides tener un buen libro a mano.
En las horas de más calor, guárdate
Evita en la medida de lo posible exponerte al sol y al calor en las horas centrales del día, entre las 11 y las 18 horas. Si tienes que salir, organízate para hacerlo por la mañana temprano o a última hora de la tarde. El resto del día, busca la sombra y el fresco o el aire acondicionado.
Fotos | iStockphoto
En Bebés y más | Cinco consejos para mantenerse fresquito este verano, Últimas semanas de embarazo en pleno verano: algunos consejos