Uno ve estas cosas y se pregunta, ¿será así el futuro? A decir verdad, asusta (mucho), y aunque a priori parece descabellado, tal vez no lo sea tanto teniendo en cuenta que ya se ha creado un útero artificial con aparente éxito en ovejas.
Estudiantes de diseño de producto de la Universidad de las Artes ARTEZ en los Países Bajos han creado Parturient, un proyecto de arte que recrea un útero externo capaz de gestar un bebé en el salón de tu casa. Su objetivo es el de “abrir el debate entre el diseño, la tecnología y la ética”. Una fina línea las divide y se quiere llamar la atención sobre hasta dónde estamos dispuestos a llegar.
La deshumanización del embarazo
Marta y George serán pronto padres de un bebé. Han elegido a Parturient para conseguirlo, un útero externo artificial que durante nueve meses nutre y protege al bebé en gestación. Así como lo leéis.
Durante este periodo, padre y madre pueden seguir con su vida como hacen normalmente, yendo a trabajar y haciendo su vida cotidiana, pero también pueden ir construyendo el vínculo afectivo con su bebé a través de un dispositivo de comunicación conectado al útero artificial. De esta forma, el bebé se irá acostumbrando a la voz de los padres. ¡Estoy cada vez más asombrada!
Otro dispositivo portátil también forma parte del ecosistema Parturient. A través de él, los padres pueden sentir los movimientos y las pataditas del bebé como si estuviese dentro del útero materno. A su vez, la madre puede mecer el dispositivo y acariciarlo a distancia como si tuviese a su bebé en brazos.
Para nutrirlo, se prepara el alimento que se introduce en la cápsula como si se enchufara un cartucho de tinta en una impresora, y por la noche, toda la información relativa al crecimiento del bebé se envía automáticamente al hospital, desde donde se controla la evolución.
Un buen día, como si fuera un Hatchimal que rompe su huevo, se puede destapar la capsula y recibir al bebé. Robin ha nacido. Ya sois una familia feliz.
¿Será el futuro?
Vale, es solo un proyecto de arte. Nadie ha intentado crear algo así, (al menos hasta donde sabemos), pero ¿será sólo cuestión de tiempo?.
Tampoco es tan lejano al útero artificial creado por investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia y probado en corderos para saber si podría ser viable también para bebés prematuros. El útero consiste en una bolsa de plástico llena de líquido similar al amniótico, conectada por el cordón umbilical a una máquina destinada a alimentarlos. Allí pasaron 28 días hasta que les llegó el momento de nacer.
En pleno debate sobre la maternidad subrogada y dado el auge de la fecundación in vitro, en un mundo en el que la tecnología avanza a pasos de gigante, ¿es tan loco pensar que podría ser el futuro de los embarazos? Los creadores del proyecto nos invitan a pensar:
Imagina un futuro donde los límites actuales de la procreación ya no existen, donde la vida puede ser creada de una manera nueva. Un futuro donde el embarazo natural es reemplazado por un útero artificial.
¿Se necesitará el embarazo convencional? Y si no, ¿cuáles serán las consecuencias? Diseño, innovación, tecnología y ética forman parte de este proyecto que especula sobre los sentimientos y valores futuros que identifican nuestra humanidad.
Más información | Parturient
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