Todas deseamos un embarazo tranquilo y sin complicaciones, pero no son pocos los casos en los que este sueño se ve truncado. Un embarazo de riesgo supone que la futura madre ha de seguir unos cuidados y recomendaciones especiales, incluso algún tratamiento especial, pues corre peligro la salud del bebé o la suya propia.
Las mujeres pueden prevenir determinadas situaciones de riesgo, aunque otras se escapan a nuestro control. En principio, ninguna embarazada está exenta de pasar a formar parte del “alto riesgo", aunque ello no significa que debamos obsesionarnos con ello, sino simplemente llevar un modo de vida saludable.
Hay estudios acerca de cuidados alternativos antenatales en países desarrollados que muestran un porcentaje de cambio de criterio (de bajo a alto riesgo) durante el embarazo de un 20%, mientras que una cantidad similar de mujeres lo experimentan durante el parto.
Esto es, hay un grupo de mujeres que no presentaban complicaciones y que en un momento dado pasaron a considerarse con riesgos para el embarazo o parto.
Esto puede ser debido a causas diversas que tienen que ver fundamentalmente con cambios de salud de la madre debido al embarazo: hipertensión, preclampsia, diabetes…
También puede haber alteraciones previas de la madre, como las cardiopatías, tendencia a hipertensión... o exposición a agentes externos peligrosos como medicamentos o químicos tóxicos...
En multíparas, el índice de cambios es mucho menor que en madres primerizas. Durante el parto, puede suceder que se cambie "el diagnóstico" y se pase a considerar algún riesgo debido a situaciones diversas.
Un parto de riesgo
Al hablar de lo que es un “parto normal", ya vimos que la OMS señalaba que dicha definición dependería enormemente de las valoraciones de riesgo y los criterios locales. Es decir, que al menos no todos los riesgos son los mismos para todas las mujeres ni en todos los contextos.
Por supuesto, con un criterio histórico se detecta un gran avance en la superación de antiguos riesgos que hoy quedan controlados mediante la observación prenatal o tratamientos médicos adecuados.
Si tenemos un embarazo de riesgo, habremos de llevar un control y cuidado adecuados, y tal vez el parto se vea condicionado por ese riesgo, aunque no tiene por qué ser así. Según la OMS, el parto y alumbramiento de muchas gestantes catalogadas como de alto riesgo tienen un curso normal, por lo que, en principio, no parece que adoptar medidas como la intervención de cesárea estén justificadas en todos los casos de riesgo.
Generalmente, entre un 70 a 80 % de todas las gestantes se pueden considerar como de “bajo riesgo" al comienzo del parto. Aunque también existe el caso contrario, y es que una gestante que se supone de bajo riesgo cuando comienza el parto puede en cualquier momento tener un parto complicado, de ahí la importancia de contar con la asistencia profesional adecuada.
Según la OMS, es fundamental que se pueda trasladar a la mujer a un nivel mayor de asistencia si surgen factores de riesgo o si aparecen complicaciones que justifiquen dicho traslado, algo que evidentemente no es posible en diversos contextos, como en muchos lugares de los países en desarrollo. Para el parto atendido en casa, uno de los criterios es precisamente la cercanía y la posibilidad de transporte rápido a un centro hospitalario.
Existen muchos tipos de riesgos en el embarazo y muchos grados de complicaciones. Incluso para el aborto espontáneo existen ciertas precauciones que podemos tomar. Muchas veces llevar unos hábitos saludables sin probar las bebidas alcohólicas, alejadas del humo del tabaco, realizando actividad física adecuada... disminuye las probabilidades de tener riesgos en el embarazo.
En definitiva, con un control prenatal y unos cuidados adecuados en la mayoría de casos el embarazo de riesgo puede llegar a buen fin, y el parto no verse afectado. Podemos consultar al médico si consideramos que tenemos predisposición a algún riesgo debido a alguna característica física especial.
Fotos | superbez y Avenue G en Flickr-CC En Bebés y más | Abortos naturales: causas y tipos de aborto, Aborto espontáneo o aborto natural, Enfermedades leves de la madre pueden dañar al bebé, Riesgos en el embarazo si sufres una enfermedad cardiaca congénita