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¿Por qué los niños enferman más en invierno?

Llega el invierno y el frío, y muchos padres nos preguntamos si debemos tomar precauciones ante la gripe , que parece estar mucho más activa durante el invierno, o si realmente podemos hacer algo para que los peques no se constipen. Pero, ¿por qué hay más constipados en invierno? ¿Qué tiene que ver eso con los virus y el frío? ¿Qué podemos hacer para evitar enfermar con la llegada del invierno?

¿Por qué nos constipamos más en invierno?

Dado que es un hecho contrastado que los peques tienden a resfriarse más en invierno que en verano y, que el frío que respiramos suele ser un factor muy arraigado en la cultura popular como causante de los catarros, preguntamos a Alberto Mangas Moro, neumólogo residente en el Hospital La Paz para que nos explique qué es lo que causa que nuestros peques se constipen.

«Existen varios factores que fomentan que haya más virus en el aire. Por un lado está el propio frío , que es el caldo de cultivo perfecto para determinados virus conocidos e implicados en procesos gripales y catarrales […] Los virus se reproducen a mayor velocidad a bajas temperaturas, y a más virus, más personas enfermas».

Bajo esta premisa, la alternativa lógica es abrigarnos mucho, evitar la calle y recluirnos en habitaciones. Incluso podría haber quien piense que es buena idea conservar una temperatura constante y cálida en casa durante todo el día, sin ventilar.

«_No ventilar y abrir las ventanas_» continúa Mangas «_es un error. Como estamos calentitos y a gusto tendemos a dejar las ventanas cerradas, y sin embargo hay quien sigue enfermando. Es lo que llamamos "_ hacinamiento _": varias personas juntas en un espacio reducido y poco ventilado. Una persona constipada que te hable por la calle, debido a que estás en una atmósfera abierta, es improbable que llegue a pegarte nada. Sin embargo, en una habitación las posibilidades se elevan mucho_»

Con respecto al abrigo, Alberto Mangas nos confirma algo que sí tenemos interiorizado: Estar poco abrigado ayuda a enfermar, aunque no porque el frío baje nuestras defensas. El nivel de defensas es el mismo, lo que cambia es una ralentización de nuestro cuerpo debido a las bajas temperaturas y un aumento de la cantidad de virus en la atmósfera.

«_Una persona que salga a la calle en manga corta no tiene sus defensas bajas, pero su organismo trabajará más despacio. Incluso puede sufrir un principio de hipotermia debido al frío intenso, siendo más fácil que se infecte porque, además, hay más virus pululando. En vez de luchar contra ellos, nuestro cuerpo está ocupado en calentarse. De ahí que enfermemos más_.»

Y a los virus les ayuda el hecho de que más personas estén contagiadas, convirtiéndose en un vector de propagación más (un emisor más del virus). Ante todo esto, ¿se puede hacer algo contra los virus? Porque parecen tenerlo todo bien planeado.

¿Qué podemos hacer para evitar enfermar?

«Por un lado» nos comenta Alberto Mangas « estar sanos. Alimentarnos bien, hacer deporte, llevar una vida sana en general y cuidándonos día a día. Tendremos más defensas naturales contra los agentes externos (sean víricos o no)».

Resulta bastante fácil visualizar cómo una persona con las defensas bajas debido a algún tipo de enfermedad o carencia alimenticia, así como las propias de la edad, será más propensa a enfermar. ¿Qué hay de aquellas personas con una salud disminuida o de las que entran en los llamados grupos de riesgo?

«Además de aplicar la misma regla anterior sobre cuidarse: abrigarse a conciencia y cuidar la higiene personal . Alguien sano de mediana edad tiene menos posibilidades de constiparse si se abriga una semana después de entrado el invierno que un niño en edad de crecimiento.»

Lavarse las manos con jabón tras pasar por el aseo o antes de una comida puede evitar muchas infecciones. Pero con el frío a veces a los pequeños les entra pereza incluso acudir a la ducha. Convertir la higiene en un juego puede evitar la propagación de los virus y otros patógenos.

«Como norma general, algo tan simple como airear la casa quince minutos o incluso media hora puede ayudarnos mucho. Nos levantamos, abrimos la ventana de par en par dejando la cama sin hacer y acudimos a la ducha, de la que debemos cuidar salir bien secos y sin humedad. Luego, deberíamos ventilar también el baño para evitar otro tipo de microorganismos».

Con la falta de ventilación en invierno debido al frío se fomenta la aparición de otros microorganismos, como son los hongos o las bacterias en el cuarto de baño y en la cocina. A un aumento de la ventilación por la mañana debe seguir una limpieza a fondo con productos que eliminen bacterias, hongos y virus como Estrella 2en1 con lejía y detergente.

Además de tratar de que la persona enferma no ande esparciendo los virus aquí y allá, es recomendable desinfectar aquellos objetos que entren en contacto con ella, como el grifo o los picaportes.

Esta misma limpieza debe llevarse a cabo no solo en el hogar, sino en los espacios que comparten muchas personas, especialmente las aulas donde nuestros pequeños pasan todo el día (y donde también debe haber una ventilación por las mañanas). Una buena praxis por parte de los centros educativos es la de organizar la primera media hora del día en ventilar el aula. Tanto en los centros como en casa, mantener los juguetes desinfectados, también es un buen hábito en ese sentido.

¿Y si mi pequeño ya está enfermo?

«_Lo primero, siempre, es hablar con un especialista y mantener arropado y bien alimentado al pequeño»_ asegura Alberto Mangas _«. Es como mejor combatirá la infección, ayudado por un descanso adecuado. El virus ha podido venir del ambiente, de otro niño, de su familia, defensas bajas… hay muchos factores, aunque es frecuente la infección por vías respiratorias…_».

Gran parte de los contagios surgen de permanecer tiempo compartiendo un cuarto con alguien enfermo. El colocarnos una mascarilla o pañuelo (las bragas de cuello son muy útiles y cómodas) ayudarán a frenar el contagio tanto si estamos sanos y queremos protegernos como si queremos proteger a las personas de nuestro alrededor de nuestro catarro.

«…especialmente cuando hablamos. Cuando hablamos no podemos evitar respirar por la boca, y eso da acceso directo a los virus y al aire frío a nuestro sistema superior respiratorio (la parte alta de los pulmones). Respirar por la nariz es un buen hábito, ya que el aire llegará más cálido a los pulmones, y parte de los virus habrán quedado atrapados en la mucosa.»

Por último hay que tener en cuenta que la mayoría de los casos se resuelven con acudir al especialista y guardar tiempo en la cama , ya que nuestro cuerpo tiene las herramientas para luchar contra este tipo de infecciones. Pero necesita las condiciones apropiadas, como un buen abrigo, ropa de cama debidamente desinfectada con productos como Neutrex con lejía y, las medicinas recetadas por un médico.

Cuidar nuestro entorno y desinfectarlo con frecuencia ayudará, primero, a que nuestros peques no caigan enfermos, y segundo, a que sus defensas no se vean comprometidas en caso de que enfermen.

Imágenes | iStock/AndreyPopov, iStock/JackF, iStock/Photo###Concepts, iStock/sUs###angel, iStock/Rodofranz

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