La cocina es un lugar muy divertido para los niños. ¿Por qué un líquido cambia de color? ¿Qué hace que los sabores sean dulces o salados? ¿Cuánto se puede estirar una masa de harina con las manos? Además, la cocina desarrolla su imaginación y les hace adquirir conocimientos útiles que les servirán para el resto de su vida. A partir de los 3 años, y siempre acompañados por sus papis, los niños pueden convertirse en magníficos cocinillas. Te damos ideas para cocinar jugando con ellos.
Qué puede hacer un peque en la cocina
A partir de los 3 años, los niños ya tienen la motricidad fina lo suficientemente desarrollada como para manipular pequeños trozos de alimento y ayudar en la elaboración de los platos. A los peques les encanta mancharse y jugar con agua. Por eso, podemos encargarles tareas sencillas como lavar la fruta o la verdura que luego cortaremos nosotros. También pueden rebozar, enharinar, trocear la lechuga con las manos, mezclar alimentos en un bol, aplastar hortalizas cocidas, mezclar ingredientes, preparar ensaladas o añadir salsas frías a los platos.
También les encanta hacer excursiones. Podemos aprovechar esto para llevarles con nosotros al mercado. Un mercado grande con puestos de comida variados es un lugar de lo más estimulante para sus sentidos. Y además, resulta una visita de lo más educativa porque así aprenderán los nombres de muchos alimentos y también de dónde sale todo lo que comen. Asociarán las materias primas con los platos que preparan y comen a diario y en seguida se darán cuenta de que un muslo viene de un pollo entero y de que la salsa de tomate de los macarrones no crece en los botes. Podemos aprovechar la visita al mercado para explicarles, por ejemplo, cómo se deben elegir los alimentos frescos o que hay que fijarse bien en la fecha de caducidad de los productos envasados.
Ya en casa, podemos pedirles que nos ayuden a colocar todo lo que hemos comprado. A los niños les encanta organizar por colores y tamaños. Pueden encargarse de guardar la pasta, las legumbres y los cereales en sus respectivos botes. Mientras, nosotros podemos ir organizando los alimentos que necesitan estar bien refrigerados.
Cuatro ideas sencillas para jugar con los niños en la cocina
Los niños aprenden tocando, probando, sintiendo, oliendo y escuchando. Preparar recetas sencillas que estimulen sus sentidos hará que después tengan muchas mas ganas de probar los alimentos que ellos mismos han preparado. Estas 3 ideas son fantásticas para empezar a cocinar preparar cosas sencillas con niños en la cocina:
- Divertidos bocadillos, tostadas y sandwiches con caritas. Si los peques se divierten con las frutas y los vegetales, establecerán una conexión positiva con los alimentos saludables que forman la base de su buena nutrición. Podemos utilizar ingredientes naturales como trocitos de fruta, hortalizas y verduras cocidas, para formar alegres y apetitosas caritas.
- Galletas de formas. Una de las actividades con la que más disfrutan en la cocina es amasando y cortando con moldes las galletas que después mami horneará para que pueda comérselas toda la familia.
- Tarta de chocolate. Una tarta sencilla hecha a base de sucesivas capas de galletas con crema de chocolate les mantendrá entretenidos durante un buen rato al tiempo que aprenden a cocinar recetas sencillas.
- Cupcakes. En repostería, los cupcakes son ideales para dejar volar la imaginación de los niños. Hay infinidad de posibilidades para las coberturas, donde se pueden utilizar ingredientes como frutas para dar color al acabado, chocolate, nata, azúcar moreno... o imitar formas y caras de sus personajes preferidos.
La cocina, un lugar seguro e higiénico para ellos
La cocina es un juego y un aprendizaje estupendo para ellos, pero debemos convertir nuestra cocina en un lugar seguro para ellos. Todo lo que sea peligroso o complicado, está reservado a papá o mamá. Los cuchillos, el horno, la sartén, la plancha y las ollas son sólo para los adultos. No les dejes jugar con líquidos hirviendo o con las cacerolas que están puestas al fuego.
Hay aparatos eléctricos sencillos que los peques pueden utilizar supervisados y ayudados por vosotros, pero tened cuidado al manipular cuchillas y tenedores, así como platos y bandejas calientes. Lo ideal es que los peques dispongan de una superficie de trabajo alejada de las sartenes y el fuego.
La higiene también es fundamental para garantizar la seguridad y la salud de nuestros peques en la cocina. Debemos asegurarnos primero, de que se hayan lavado las manos, y luego de limpiar y desinfectar adecuadamente las superficies en las que vamos a manipular alimentos con los peques, así como los utensilios de cocina. Para ello, no basta con pasar un paño húmedo por la encimera de la cocina, sino que debemos utilizar un producto como Estrella 2en1 con detergente y lejía. Puedes pedir al peque que te ayude con las tareas de limpieza más básicas, como utilizar el estropajo para fregar las cucharas soperas o los cucharones de madera.
Seguir un protocolo adecuado en la preparación y manipulación de alimentos en la cocina también es fundamental ya que así lograremos evitar la contaminación cruzada. Y, por último, tenemos que prestar especial atención al lugar donde guardamos los productos de limpieza. Estos han de estar siempre en un lugar cerrado y alejado de las manos de los peques.
Mancharse es un placer
Seguramente en vuestras primeras sesiones juntos en la cocina acabaréis embadurnados en harina, llenos de salsa de tomate o con churretes de sustancias pringosas por todas partes. ¡Y eso está genial! No se trata de acabar limpitos, sino de enseñarles a disfrutar cocinando.
Lo mejor para meterse con un peque en la cocina, es vestir a los niños con un chándal viejo, un delantal a su medida o una camiseta vieja y amplia, y permitirles explorar, chupar y tocar los ingredientes con las manos. En caso de mancharse la ropa, las manchas difíciles se pueden poner a remojo durante 20 minutos añadiendo Neutrex con Lejía para las prendas blancas, y Neutrex Oxy 5 para las de color.
También podemos adquirir artículos de cocina especiales para niños, como rodillos más pequeños y ligeros, cuencos más manejables, utensilios de madera o plástico y moldes en tamaño mini para facilitarles las tareas y fomentar su participación.
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