Siguiendo con la serie de posts de economía para niños, hoy vamos a introducir el concepto de la paga, el salario y el ahorro en nuestros hijos. Una vez que ya le hemos explicado a nuestros hijos qué es y cómo funciona el dinero, tenemos que transmitirle en simultáneo que ellos como tal, no pueden conseguir dinero por su trabajo porque no pueden trabajar.
Al contrario que sus padres, el trabajo es un intercambio prohibido para los niños, puesto que ellos, tienen que educarse primero en el colegio, aprender y realizar una ayuda o colaboración doméstica. No obstante, parte de la enseñanza económica necesita que nuestros hijos comiencen a manejar su propio dinero y que comiencen a delimitar sus ingresos y gastos, dentro de su propia economía. El concepto más usual para todo esto es darle una pequeña paga a nuestros hijos y explicarle que dicha paga, tiene que tener dos componentes en todos los casos.
El destino de la paga, largo plazo y corto plazo para la economía infantil
No hay niño que no desee tener algún regalo especial, algún capricho o algún gasto que consideremos que es un extra para el flujo económico habitual de un niño. Si nuestro hijo ya está en una cierta edad de independencia económica y le hemos asignado una paga, debemos introducir en simultáneo el concepto del ahorro.
Para que un niño entienda qué es el ahorro, tenemos que determinar el tiempo en el que vamos a realizar la adquisición de un producto o servicio. Por ejemplo, si nuestro hijo rozando la adolescencia quiere ir al concierto de sus ídolos musicales, tenemos que establecer un equilibrio entre la paga y la cantidad de dinero que tiene que ahorrar para que ellos mismos contribuyan con su ahorro a dicho gasto futuro.
El ahorro como tal siempre tiene que tener una justificación. Esta justificación en los adultos tiene su origen en tener una cobertura para gastos imprevistos, en contar con un colchón económico de seguridad por cambios en nuestra vida laboral o simplemente, en ahorrar para gastar en el futuro (cambio de vehículo, vacaciones, una casa...) Para los niños, el ahorro también tiene que tener un motivo y la vía para enseñar a ahorrar a un niño parte de la base del establecimiento de unos objetivos claros a medio o largo plazo para que gasten ese ahorro.
El valor del dinero y de sus actividades diarias, cuidado con la mercantilización excesiva de las relaciones
Dentro de los criterios para fijar una paga, enseñar economía, ahorro, el valor del dinero y las contraprestaciones que reciben los niños por actividades que hacen, los propios padres tenemos que manejar todos estos elementos con un cuidado exquisito.
No es bueno aislar a los niños de la economía pero también debemos tener mucho cuidado en mercantilizar completamente todo lo que hacen los niños y ponerles un valor monetario.
Por ejemplo, los niños tienen que aprender que existen obligaciones que no tienen contraprestación obligatoria (estudiar por ejemplo) y que la fijación de una paga tiene las reglas que los padres quieran poner, sin estar supeditada a un buen comportamiento, a la realización de tareas domésticas o que colaboren recogiendo la cocina o su cuarto.
La obligación de realizar cosas, la responsabilidad con sus propias acciones y la contraprestación que reciben en todo momento, no es vinculante y enseñar economía, asignar una paga, enseñarles ahorro, no puede dejar a un lado la educación en obligaciones y valores puros sin contrapartida.
La foto de la economía doméstica, expliquemos a los niños cómo funciona la economía del hogar
En línea con la enseñanza de responsabilidad anterior, soy de los que apoya que a los niños no se les debe aislar de la realidad económica familiar, ya estemos en una situación aceptable, muy boyante o incluso si nuestra familia está pasando una crisis severa.
Los niños siempre deben estar protegidos frente los problemas familiares, pero no podemos obviar que ellos mismos, en función de su edad, deben conocer qué ocurre cuando los padres quedan sin trabajo, cómo se gasta el dinero que entra en casa y cómo se ahorra en el hogar.
Estos conceptos refuerzan en nuestros hijos los conceptos de elementos necesarios e imprescindibles para nuestra vida diaria, así como aquellos gastos o elementos que son prescindibles. Aterrizarles poco a poco en su vida la situación familiar, es un paso fundamental para que los niños aprendan a discriminar qué es un gasto superfluo, qué es un gasto imprescindible y cómo es importante que el hogar cuente siempre con un determinado nivel de ahorros para sufragar situaciones imprevistas.
En Bebés y Más | Cómo enseñar economía a nuestros hijos y hacer que valoren lo que tienen
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