Los trastornos del habla en los niños son todas las alteraciones que impiden que estos puedan hablar de manera fluida y correcta, afectando a su articulación, fonología, voz y/o fluencia.
También se les conoce con el nombre de trastornos del lenguaje, y muchos de ellos pueden ser tratados y corregidos con terapia.
Sin embargo, aunque en algunos casos se resuelven con gran facilidad, otros requieren de un abordaje multidisciplinario que incluye a médicos especialistas, logopedas, terapeutas y psicólogos.
Hablamos de los trastornos del habla más importantes en niños, de sus causas y de cómo abordarlos, siempre acompañados de profesionales.
¿Qué son los trastornos del habla en niños?
Trastornos del habla es la denominación que se les da a cualquier tipo de anormalidad que pueda presentarse en relación con las capacidades que tiene el niño para poder hablar de manera correcta y clara, debido a varios factores como por ejemplo la fluidez que se tenga al hablar.
Por ejemplo, cuando hay dificultades en este aspecto, puede presentarse tartamudeo, que se caracteriza por una fluidez ininterrumpida del habla. También pueden presentarse como consecuencia de problemas relacionados a la resonancia o directamente a la voz del niño, como es el caso de voz nasal, ronqueras, etc.
Por otro lado, pueden deberse a dificultades en la articulación de las palabras, lo que implica que exista un lenguaje poco claro y que muchas veces resulta difícil de entender.
Este tipo de trastornos se suelen presentar en la infancia, y en su mayoría pueden ser corregidos con facilidad. Sin embargo, en algunos casos de mayor gravedad pueden continuar manifestándose en la adultez, principalmente si no se ha recibido ayuda terapéutica.
¿A qué se deben estos trastornos?
Son múltiples las causas por las cuales se pueden presentar los trastornos del habla, incluso en muchos casos resulta imposible saber cuál es su origen. Entre las causas se encuentran anomalías en las estructuras relacionadas con el lenguaje como la boca, paladar, dientes e incluso la cara.
Los problemas relacionados con las cuerdas vocales son causantes también de trastornos del habla, de igual manera que los problemas de audición e incluso las vías respiratorias pueden llegar a influir en la aparición de este tipo de trastornos.
Por otro lado, se ha demostrado que factores emocionales como el estrés tienen una gran influencia en la aparición y persistencia de algunos trastornos del lenguaje, además de los traumatismos en el cerebro.
Finalmente, también se han presentado casos en los que ciertas infecciones en el cerebro han favorecido la aparición de dificultades en el lenguaje, por lo que resulta muy complejo poder determinar las causas, ya que varían en cada caso en particular.
¿Cómo abordar los trastornos del habla?
El abordaje de los trastornos del habla se debe realizar primeramente por un profesional de la salud. Es preciso que un médico calificado, especialista en el área (otorrinolaringología), evalúe al niño para realizar el diagnóstico inicial. Para esto será necesaria la evaluación en persona y en algunos casos la realización de algunos exámenes.
Dependiendo del diagnóstico, el abordaje y tratamiento pueden variar desde solamente terapias del lenguaje (realizadas por logopedas especializados) hasta, en algunos casos de mayor gravedad, cirugías.
Es muy común que el médico especialista cuente con un equipo de trabajo multidisciplinario para abordar estos trastornos. En este sentido, el especialista en terapia del lenguaje (logopeda) juega un papel fundamental para la aplicación de los ejercicios estratégicamente diseñados para la mejora de los trastornos.
En muchas ocasiones se requiere también de un abordaje psicológico para tratar estos trastornos, pues algunos se deben a problemas de esta índole, o incluso también para tratar las consecuencias emocionales de tener dificultades para hablar (por ejemplo, la baja autoestima).
Tastornos del habla en niños más importantes
Dislalia
Entre los trastornos del habla más comunes se encuentran los relacionados con la mala articulación de las palabras, lo que se conoce como dislalia, donde se omiten, cambian, insertan o distorsionan determinados sonidos.
Disfasia
La disfasia se relaciona con la incapacidad o dificultad de poder expresar o comprender el lenguaje, siendo uno de los trastornos más frecuentes.
Disfemia o tartamudeo
El tartamudeo o disfemia es un trastorno del ritmo o la fluencia al hablar; se caracteriza por dificultades relacionadas con la fluidez del lenguaje debido a espasmos involuntarios que impiden hablar de manera fluida.
Disglosia
La disglosia se relaciona con problemas de malformaciones en los órganos relacionados con el lenguaje, lo que imposibilita la articulación correcta de las palabras.
Disartria
Si la dificultad anterior se debe a problemas neurológicos, entonces se habla de disartria.
Afasia
Las afasias son alteraciones o pérdida del lenguaje debido a enfermedades o traumatismos cerebrales, y se presentan cuando ya se ha consolidado el lenguaje; por ende, se suelen ver en la adultez y no tanto en la niñez (que también), pero es importante conocerlas también.
Taquifemia
La taquifemia se define como una alteración de la fluidez verbal, en la que el niño habla a gran velocidad, articulando de forma desordenada y confusa. También produce cambios en las sílabas y deformación de los sonidos.
Trastornos de la comunicación social
Finalmente, aunque no se trata propiamente de trastornos del habla, pero sí de la comunicación, no debemos olvidar que existen los trastornos de la comunicación social.
Este tipo de trastornos imposibilitan a la persona el poder leer los gestos y la comunicación no verbal dentro de una conversación cotidiana; suelen estar ampliamente relacionados con niños con trastornos del espectro del autismo (TEA).
“El lenguaje no sólo describe la realidad, sino que además es capaz de crearla. Nuestra forma de hablarnos a nosotros mismos afecta tremendamente a nuestra manera de relacionarnos con el mundo.”
-Mario Alonso Puig-
Fotos | Portada (Unsplash)