Llega la Navidad, y entre los regalos que recibirán algunos niños de manos de Papá Noel o los Reyes Magos, puede que se encuentre un cachorro de perro, gato o cualquier otro animal doméstico.
Si tu peque está emocionado con tener un cachorrito y espera recibirlo estas Navidades, piensa realmente si es una decisión meditada y consensuada por la familia. Según la Fundación Affinity, cada año, se abandonan en nuestro país más de 100.000 perros y 33.00 gatos. Antes de comprar, párate, recapacita y si realmente ha llegado el momento... ¡adopta!.
¿Es realmente un regalo meditado?
Seguro que todos hemos visto más de una vez en el cine, la típica imagen de un niño abriendo un regalo de Navidad y que de la caja aparezca un perrito o un gatito adorable, precioso y tierno. Pareciera como si un cachorrito fuera el regalo perfecto o la guinda del pastel de unas Navidades fabulosas.
Y quizá lo será para muchas familias que opten por regalar un animal doméstico en estas fiestas pero, desgraciadamente, no para otros muchos miles de animales que acabarán abandonados dentro de unos meses o años, cuando sus familias "se hayan cansado de ellos".
Esta es la triste realidad de muchos perros y gatos cada año, según informan las sociedades protectoras de animales, por lo que está en nuestras manos cambiarlo y conseguir que la cifra de abandonos descienda.
Si tu peque está entusiasmado con la idea de recibir un cachorrito estas Navidades, párate primero y piensa:
- ¿Se trata de un capricho infantil o hay un compromiso real por parte de toda la familia?
No olvidemos que los animales no son juguetes. No son perros o gatos de peluche con un botón de OFF. Hacen ruido, hacen pis y caca, comen, llevan aparejados unos gastos veterinarios o de residencias/hoteles cuando planeemos nuestras vacaciones, y necesitan educación, implicación y tiempo.
Por otro lado, hay que tener muy claro que no se trata de sacrificarse durante un mes, seis meses o un año. En función del tipo de raza los perros pueden durar hasta quince años, por lo que a la hora de adquirir el compromiso, pensemos que debe ser algo que perdure en el tiempo.
Así pues, pensad realmente si estáis dispuestos a sacrificaros, a renunciar a ciertas cosas y a implicaros en sus cuidados y educación. Si la respuesta es sí, (pero un sí muy meditado), entonces mi consejo es que os planteéis la opción de adoptar.
- Adopción: las protectoras de animales están llenas de perros y gatos abandonados en busca de una segunda oportunidad. Informaros de aquellas que estén en vuestra comunidad y acudid a conocer a los animales que viven en ella.
Los voluntarios os preguntarán sobre vuestro estilo de vida, gustos de ocio, miembros que integran la familia... y en base a eso os orientarán sobre los perros o gatos que podrían encajar con vuestro perfil familiar.
Adoptar y regalar un perro o un gato es algo maravilloso. Es dar una segunda oportunidad a un animal y hacer una gran obra en nuestras vidas. A cambio, recibiremos cariño, compañía y un amigo para siempre.
Beneficios para los niños de tener animales en casa
Los niños que crecen con perros y gatos tienen un mayor número de bacterias intestinales beneficiosas para la salud, y que se asocian a un menor riesgo de alergia y asma y una menor incidencia de obesidad infantil.
Además, para algunos niños, los animales se convierten en grandes aliados que les ayudan a afrontar la vida con más positivismo y seguridad, o incluso se convierten en guardianes y protectores de su salud o su vida.
Niños y animales son un binomio perfecto. Crearán miles de historias juntos, se divertirán, se cuidarán y se convertirán en grandes amigos. Gracias a los animales, los peques aprenderán a responsabilizarse de un ser vivo y a cuidar de la naturaleza.
Y por si todo esto fuera poco, los animales les ayudarán a moverse, hacer ejercicio, disfrutar del aire libre y combatir el sendentarismo, la obesidad y otras enfermedades asociadas.
Por tanto, si habéis tomado la decisión de regalar una mascota a vuestros hijos estas Navidades, ¡enhorabuena! Os esperan momentos maravillosos juntos. Pero recordad, un animal no es un juguete, y con este emotivo vídeo nos lo recuerda la organización británica para la prevención de la crueldad animal, RSPCA.