La OMS y las principales sociedades científicas pediátricas recomiendan que los bebés reciban lactancia materna exclusiva durante sus primeros seis meses de vida.
Sin embargo, eso no siempre es posible. Algunos bebés necesitan recibir suplementos, es decir, tomar más leche de la que mamen directamente de su madre. En otros casos, las madres necesitan incorporarse al trabajo antes de que los bebés cumplan seis meses y alguien debe darles la leche en su ausencia.
Dee Kassing, una asesora de lactancia estadounidense, se dio cuenta de que muchos de los bebés a los que se les ofrecía el biberón acababan luego por rechazar el pecho materno. Así que decidió crear un método de dar el biberón que fuese lo más semejante posible a mamar.
¿Qué bebés precisan suplementar?
La leche materna es el alimento ideal y se recomienda mantener una lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Sin embargo, a veces no es suficiente con lo que el bebé mama del pecho y debe recibir suplementos (que pueden ser de leche materna extraída, leche materna donada o fórmula). Entre las razones por las que un bebé puede necesitar suplementos se encuentran:
- Bebés que sufren hipoglucemia
- Bebés deshidratados o que han perdido mucho peso
- Bebés que no extraen suficiente leche (por ejemplo, bebés prematuros, hipotónicos, con anquiloglosia...)
- Madre con hipogalactia primaria (situación rara en la que la madre no puede producir suficiente leche)
- Casos en los que es necesario que madre e hijo estén separados (por ejemplo, enfermedad materna grave)
Métodos de suplementación
El biberón es el método más conocido para dar leche, además del pecho. Sin embargo, no es el único ni es el más idóneo. Existen otras muchas maneras de dar suplementos.
- Con dedo y jeringa ("finger feeding"): el bebé succiona nuestro dedo y mientras le damos leche con un jeringa que introducimos por la comisura de la boca
- Con vasito. Aunque parezca increíble los bebés pueden succionar de un vaso. Hay algunos diseñados específicamente para ello.
- Con cuchara. El bebé toma la leche directamente de una cuchara.
- Con relactador. Introducimos la leche en un recipiente del que sale un tubito muy fino que pegamos al lado del pezón de la madre. Cuando el bebé se engancha al pecho, coge tanto pezón y areola como el tubito. Al succionar, recibe leche del pecho materno y del recipiente.
- Con biberón. El método más conocido. Es útil cuando necesitamos suplementar grandes cantidades. Es el más empleado pues se conoce bien, se adquiere fácilmente y no requiere, a priori según las madres, como manifiesta Dee Kassing, mucho entrenamiento. Como desventaja, puede crear confusión tetina-pezón en los bebés, la leche sale más rápido que con el pecho y estos bebés pueden acabar rechazando el pecho. De hecho, la introducción temprana del biberón se asocia con lactancias más breves.
¿Qué es la confusión tetina-pezón?
Succionar del pecho materno y succionar de un biberón no es lo mismo. Cuando un bebé mama sella el pecho con sus labios (podemos ver los labios evertidos) haciendo vacío; la lengua realiza movimientos peristálticos bombeando la leche que sale por los conductos galactóforos. Con el biberón, en cambio, el movimiento es totalmente diferente y la leche sale más rápido.
Aunque la confusión tetina-pezón es controvertida, porque hay bebés que maman perfectamente a pesar de chupete y biberones, hay otros bebés a los que se les suplementa con biberón que pueden tener posteriormente más dificultades al mamar. Les cuesta más encontrar el pecho, succionan pobremente, se enfadan... En estos casos, hablamos de confusión tetina-pezón.
El método Kassing
Como hemos comentado previamente, la consultora de lactancia Dee Kassing diseñó este método con la idea de que el biberón supusiese el mismo esfuerzo para un bebé que succionar del pecho de su madre. También con el objetivo de que tomar un biberón fuese lo más similar a mamar, empleando los mismos músculos y con unos movimientos similares.
¿Cómo debe ser el biberón?
Para llevarlo a cabo, Dee Kassing considera que no todos los biberones son igual de apropiados.
El biberón debe ser recto, y no curvado. La base de la tetina no debe ser muy ancha pues el bebé debe introducir la tetina por completo en la boca. Cuando maman, los bebés estiran el pezón hasta que llega a la unión entre el paladar duro y el blando (muy atrás). No parece haber en el mercado tetitas tan largas, pero Dee manifiesta que esto no es un problema si se introduce toda la tetina en la boca. Además, de esta manera se "obliga" a que el bebé selle con los labios la tetina, como lo haría con el pezón y la areola.
La tetina debe ser redondeada, las llamadas fisiológicas, y no anatómicas (que están aplanadas por un lado) pues se ha estudiado que con estas tetinas la succión es más parecida a la de los bebés que maman.
Es preferible usar una tetina de flujo lento. Una de las razones por las que los bebés a los que se les introduce biberón acaban rechazando el pecho es porque la leche sale mucho más rápido del biberón y con el pecho tienen que hacer más esfuerzo. Con una tetina de flujo lento, el esfuerzo que deben hacer para extraer la leche es similar. Dee Kassing estima que los bebés deben tardar unos 20 minutos en terminarse un biberón. Algunos bebés, como prematuros o con poco tono muscular, pueden necesitar una tetina de flujo medio hasta que adquieran más fuerza. Además, la tetina debe ser lo más blanda posible (las tetinas de silicona parecen ser más blandas que las de látex).
¿Cómo dar un biberón siguiendo el método Kassing?
- Ponemos al bebé incorporado, lo más vertical posible, semisentado. La persona que de el biberón puede sujetarle con una mano la cabeza. El biberón lo colocaremos en horizontal. Así, evitamos que la leche fluya más rápido por acción de la gravedad y evitamos también atragantamientos.
- Estimulamos el reflejo de búsqueda de igual manera que hacemos con el pecho. Rozamos la nariz y los labios, especialmente el labio inferior y, cuando la boca esté abierta, introducimos la tetina por completo. Elevamos ligeramente el biberón para que la tetina quede completamente llena de leche (y no trague aire). Cuando se vaya acercando el final de la toma, puede ser necesario recostar un poco al bebé para mantener la tetina llena de leche.
- Es conveniente realizar pausas durante la toma y ver si el bebé se ha saciado o quiere seguir mamando.
Ventajas del método Kassing
- Los bebés que toman el biberón mediante este método no experimentan confusión tetina-pezón. Sabemos que esto no ocurre siempre; hay bebés que pueden realizar lactancia mixta y coger el chupete y se siguen enganchando perfectamente al pecho materno; pero hay otros que sí, que si cogen muy pronto el biberón o el chupete parece que se "olvidan" de mamar.
- No sobrealimentamos. Con esta forma de dar el biberón, permitimos que los bebés regulen su ingesta. Al tener que hacer un esfuerzo para tomar el biberón, minimizamos el riesgo de sobrealimentarles.
- Los bebés regulan coordinan succión-deglución-respiración.
- Menor interferencia con la lactancia materna, ya que la succión del biberón con este método es más similar a la succión del pecho.
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