La leche materna es el mejor alimento que puede ofrecérsele a un bebé, no sólo por su valor alimenticio, sino también por el acercamiento afectivo que se establece cuando se pone al bebé en el pecho.
El amamantamiento es un acto biológico presente en todas las culturas y en todos los tiempos. Esta forma de alimentación está condicionada en gran parte por la cultura, aspecto que puede observarse en las representaciones pictóricas que tienen como protagonista el acto de amamantar.
Dichas representaciones pueden darnos una idea de las convicciones sociales, religiosas, ideológicas acerca de la lactancia materna en una época determinada.
Seguramente, por ser el arte un espejo estético de la realidad, el primer bebé humano fue alimentado con leche materna. Así lo afirma Marisa Correia Hirata en su artículo "Iconografía y lactancia materna", en donde hace un análisis iconográfico de la obra de Tintoretto (Renacimiento, 1577-78) “El origen de la vía láctea", en la cual hace una bonita metáfora entre la salpicaduras de la leche y el inicio de la vida, inspirado en el mito griego del poder de la leche de la Diosa Hera.
A mi me ha encantado el análisis de la obra que puedes leer completo en la Web Salud y cuidados.
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