Durante el embarazo, las mujeres ganan de media entre 11 y 16 kilos, pudiendo ser incluso más. Parte de este peso corresponde al bebé, la placenta y el líquido amniótico, pero también el cuerpo de la madre acumula reservas de grasa para estar preparado para la lactancia.
Tras dar a luz, muchas mujeres tienen "prisa" por recuperar su peso habitual. Este camino debe ser lento y progresivo y, en muchos casos, la lactancia materna puede ayudar.
¿Cuánto gasta la lactancia?
La creencia de que una mujer que da el pecho debe comer por dos es un mito, al igual que el de que durante el embarazo hay que comer por dos.
Se estima que la madre lactante gasta un extra de 670 kcal al día (entre 500-700kcal/día) para producir leche.
Pero no significa que necesariamente tenga que comer esas kilocalorías de más, pues el cuerpo de la mujer se ha ido preparando durante el embarazo (aumento de grasa visceral especialmente en muslos y caderas e incremento de los niveles de grasa y triglicéridos) y en la lactancia usará estas reservas, ya que para sintetizar leche materna, es necesario movilizar lípidos.
Además, para este proceso, el cuerpo de la madre cambia con la lactancia; el enzima lipoprotein lipasa del tejido graso disminuye su actividad y el mismo enzima de la glándula mamaria la aumenta. Todo ello contribuye a una disminución progresiva de peso y de contorno tras el parto.
Butte, en un estudio en 1984 en 145 mujeres que daban el pecho calculó que se movilizaban unas 150 kcal al día de estas reservas grasas. Algo similar ha estimado más recientemente Dewel, que publica que para una pérdida progresiva de peso, las necesidades "extra" son de 500 kcal. Este autor también estima que las madres lactantes necesitan mayor cantidad de proteínas, unos 15-20g al día.
¿Es cierto que las mujeres que dan lactancia materna pierden más peso tras el parto?
Hay evidencia científica de que las mujeres que amamantan, especialmente las que hacen lactancia materna exclusiva durante seis meses, tienen una pérdida de peso más rápida tras el parto.
En 2014 se publicó un estudio que recogió datos sobre más de 2000 mujeres americanas y se analizó su pérdida de peso tras el parto en función de la alimentación que dieron a sus hijos. Estos autores objetivaron que, las mujeres que amamantaron en exclusiva durante al menos 3 meses, perdieron 1,3 kilos más a los 12 meses postparto que las que no dieron pecho o hicieron lactancia mixta.
También vieron que tenían mayor probabilidad (6%) de recuperar el índice de masa corporal previo al embarazo o incluso menor.
Otro estudio analizó la pérdida de peso tras el parto en mujeres que amamantaban y que no lo hacían en función de su índice de masa corporal y se vio que, para las mujeres que tenían sobrepeso previo al embarazo, la pérdida de peso tras el parto era mayor si amamantaban a sus hijos.
Por otro lado, la Asociación Estadounidense del Embarazo analizó también la pérdida de peso en el primer año tras el parto y concluyó que, las mujeres que dan lactancia materna pierden el doble de peso en este periodo que las que no amamantan.
Por último, un meta-análisis (que analiza datos de diferentes estudios) publicado en 2018 analizó la pérdida de peso tras el parto en función de diferentes variantes y concluyó que, efectivamente, las mujeres que amamantan pierden más peso que las que dan fórmula infantil.
Además, la pérdida de peso fue mayor a mayor duración de la lactancia, si la madre era primípara (primer parto), si la madre era menor de 30 años y si su índice de masa corporal previo al embarazo era normal.
También se ha visto que la lactancia prolongada ayuda a mantener esa pérdida de peso y de grasa corporal.
A pesar de estar amamantado, no pierdo peso
Aunque hemos comentado que la lactancia materna tiene como ventaja una recuperación del peso antes del embarazo más rápida, lo cierto es que hay mujeres que, a pesar de ello, no logran perder peso.
Las razones son variadas. Por un lado, durante la lactancia puede tenerse mayor sensación de hambre y sed, y menor sensibilidad a esto, lo que puede hacer que picoteemos continuamente y que, debido a la falta de tiempo (las que tenemos bebés sabemos que, aunque parezca mentira, los primeros meses del bebé no da tiempo a nada), abusemos de comida rápida y utlraprocesados, más ricos en grasas y azúcares.
Por otro lado, la falta de sueño o el estrés (que sabemos que ocurre en el postparto en mayor o menos medida), se ha relacionado también con un incremento en el peso.
¿Puedo hacer dieta durante la lactancia?
Lo ideal es que durante la lactancia la madre lleve una alimentación variada y equilibrada y basándose en su sensación de hambre y sed (repito que lo de comer por 2 o beber x cantidad de leche para tener más cantidad de leche es un mito). El consumo calórico recomendado durante la lactancia se situaría entre las 2300 y las 2500 kcal diarias, pudiendo llegar a 3000 en el caso de gemelos.
A pesar de ello, llevar una dieta hipocalórica equilibrada de al menos 1800 kcal es seguro durante la lactancia, según la web e-lactancia.org, siempre que la madre no tenga problemas de desnutrición y amamante a demanda. Las dietas de menos de 1500 kcal sí están desaconsejadas en la lactancia.
Todas las madres, salvo situación de desnutrición extrema, son capaces de producir leche materna suficiente en cantidad y calidad. Sin embargo, las madres desnutridas que no ingieren lo suficiente pueden llegar a no producir suficiente cantidad de leche, a agotar sus reservas y a poner aún más en riesgo su salud.