Primero quisiera explicar que en España hay un enorme número de profesionales sanitarios con formación y compromiso con la lactancia materna, pediatras y matronas que han ampliado sus conocimientos de forma notable. Participan en iniciativas de promoción de la lactancia materna y antes de dar consejos sin respaldo se nutren de los mejores investigadores. Podemos, por ejemplo, leerlos en la página del Comite de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría.
Además existen consultoras de lactancia, madres expertas, que han realizado cursos especializados en lactancia materna, han amamantado a sus hijos y han participado en grupos de apoyo para añadir a la formación teórica la práctica de la atención madres a madre. Su titulación, aunque no sea una carrera oficial, les permite atender a las mujeres con conocimiento y con empatía.
Podemos encontrarlas a través de los grupos de apoyo a la lactancia que se reunen en la Federación Española de Grupos de Lactancia (FEDALMA) y están avaladas por los planes formativos de la International Lactation Consultant Association, Lacmat o La Liga de la Leche entre otras. Conseguir una de estas acreditaciones lleva consigo cursos formativos de enorme profundidad y experiencia demostrable en grupos de apoyo a las madres.
Estoy segura que ninguno de ellos habla de reloj cuando habla de lactancia a demanda. Porque la lactancia a demanda si es dar el pecho cuando el niño lo pida, sin reloj, sin duración de las tomas, sin intervalos (ni de tres ni de media hora). Cualquier consejo a este respecto nace del desconocimiento del mecanismo natural de la oferta y demanda en la lactancia materna y de una cosa mucho mas sencilla: un bebé al que ofreces la teta y no la quiere, no mama. No hay que poner media hora entre toma o toma como se aconsejaba en el programa. Si un bebé no quiere leche, no mama. La teta sirve para calmar la sed, la necesidad de contacto, la comunicación. No hay que restringir el acceso al pecho.
Yo misma me considero, a pesar de una lactancia prologada, llevar años participando en grupos de apoyo y bastantes conocimientos, no suficientemente formada como para convertirme en asesora de lactancia y mucho menos en un programa de televisión. Cuando tengo la menor duda consulto con los expertos que he citado. Y creo, sinceramente, que la persona que asuma el dar consejos de lactancia en un programa de gran audiencia debe ser alguien con formación específica, titulación y experiencia. Si estas condiciones se hubiesen cumplido en el programa Madres Adolescentes seguramente los consejos que se diesen en el programa no llevarían a errores a nadie.
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