En esta semana, del 1 al 7 de agosto estamos celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna, y dado el contexto de pandemia en el que nos encontramos, es importante la recomendación de los pediatras de mantener la lactancia materna en madres positivas por Covid-19.
“La lactancia materna mejora la supervivencia de los neonatos y lactantes, y les proporciona beneficios para la salud, como el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2”, explica la doctora Susana Ares, responsable del área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Por ello, y ante la evidencia actual, “se recomienda el mantenimiento de la lactancia materna desde el nacimiento, siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre así lo permitan”.
En la misma línea de las recomendaciones de la OMS, sostiene que "los beneficios del contacto temprano y la lactancia superan ampliamente los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados a la COVID-19".
Recomendaciones para madres con sospecha o contagio confirmado
En caso de que la madre tenga sospecha o infección confirmada por COVID-19, desde la Asociación Española de Pediatría se recomienda el amamantamiento con medidas de aislamiento de contacto estrictas para reducir el riesgo de infección.
- Lavado de manos frecuente de manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico, especialmente antes de tocar al bebé.
- Uso de mascarilla médica mientras amamantan.
- Cubrirse boca y la nariz al estornudar o toser con un pañuelo desechable, desecharlo inmediatamente y volver a realizar una correcta higiene de manos.
- Limpiar y desinfectar regularmente las superficies.
A pesar de estas recomendaciones, si una madre presenta infección de manera presunta o confirmada y las condiciones no permiten la lactancia materna, la mejor alternativa para los neonatos y lactantes es la extracción de la leche de la madre. “Independientemente del método escogido, lo más importante es asegurar la higiene durante todo el proceso”, asegura la doctora Ares.
Por tanto, la madre y cualquier persona que la ayude deben lavarse las manos antes de extraer la leche o de tocar cualquier pieza del extractor o sacaleches, o recipiente utilizado después de cada uso, práctica recomendable aun en ausencia de la enfermedad.
“Estas recomendaciones tienen en cuenta la probabilidad de que los lactantes contraigan la COVID-19 y los posibles riesgos asociados, pero también los riesgos de enfermedad grave y fallecimiento que aparecen cuando los lactantes no reciben lactancia materna, así como los efectos protectores de la lactancia materna y el contacto piel a piel”, explica la experta.
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