Si eres madre lactante o si eres madre y estando embarazada has recibido muestras de algunos productos es posible que conozcas un producto llamado Promil, fabricado por Milte.
Promil es un complemento alimenticio a base de extractos naturales de Cardo Mariano (Sylibum Marianum), cuyo objetivo es actuar como galactogogo, es decir, ayudar a las madres que dan el pecho a tener más leche.
Este producto lleva más de tres años en el mercado y, aunque desconozco cuál ha sido su éxito, sí soy consciente de que pediatras, enfermeras y comadronas lo han recomendado en alguna ocasión.
El problema es que se trata de un producto engañoso, porque no está demostrado que haga nada, que puede ser además peligroso, si la intención de una madre es dar el pecho a su bebé durante bastante tiempo.
No está demostrada su efectividad
Si entramos en la página de e-lactancia para ver qué pueden decirnos acerca del Promil, observamos que existen dos estudios poco fiables que le atribuyen efecto galactogogo:
Dos trabajos realizados (uno con vacas y otro con mujeres), le atribuyen efecto galactogogo, pero la metodología es defectuosa en ambos casos.
En esencia podríamos decir que se vende como promesa de que las madres tendrán más leche tomando diariamente un sobre de una caja en la que vienen 20, a razón de unos 10-12 euros, según la farmacia en la que lo compren.
¿Para qué puede querer una madre tener más leche?
Entonces, viendo las indicaciones de Promil, uno se pregunta para qué quiere una madre tener más leche si cuando todo va bien la cantidad de leche es suficiente para un bebé. Es más, si una madre tiene la cantidad suficiente para su bebé y por lo que sea cree que tendría que tener más, producir más podría suponer un peligro para su salud, porque los pechos empezarían a ingurgitarse y las probabilidades de mastitis aumentarían.
Entonces aún podría venir alguien y decir: “uy, pues Promil va muy bien para las mastitis", porque resulta que, según el fabricante, el efecto antiinflamatorio del Cardo Mariano ayuda a prevenir y tratar procesos como las mastitis.
Por qué Promil es peligroso para los bebés y las madres lactantes
Seguro que os estaréis preguntando qué peligro puede tener un complemento alimenticio que no hace nada. Pues bien, el peligro es que no hace nada y hay gente que cree que sí que hace algo. Esto significa que hay madres que compran este producto pensando que todo va a ir mejor. Si resulta que no existe ningún problema con la lactancia sino que la baja producción es fruto de sensaciones que tiene la madre, no habrá problema alguno por que tome Promil. Si en cambio tiene problemas reales, el bebé no está succionando leche suficiente, no está ganando peso y la madre deposita sus esperanzas en este producto, sin buscar ayuda profesional, la lactancia acabará mal, casi seguro y el bebé quizás también.
Para más INRI, si una madre tiene problemas con la lactancia, y a pesar de tomar Promil, o no tomándolo, acude a un profesional que cree en el producto, quizás en vez de ayuda se lleve unos sobres que no hacen nada, creyendo que todo está solucionado tanto ella como el profesional.
Es decir, en vez de indagar e investigar acerca de las posibles causas de hipogalactia, acerca de posibles problemas con la posición o el agarre o acerca de posibles problemas con la salud del bebé, que hacen que no gane peso suficiente (una infección de orina, por ejemplo), muchos profesionales vieron la luz cuando apareció en el mercado Promil por una razón muy simple: ya no hace falta que sepa nada de lactancia. Si una madre dice que su bebé engorda poco, que se queda con hambre o que cree que tiene poca leche, se le manda el Promil y “listos".
Fabricado por Milte
Cuando en el congreso de lactancia materna de Ávila al que asistí el pasado mes de abril alguien preguntó cómo es que alguien podía fabricar un producto que no hace nada para madres lactantes, la respuesta llegó rápido al saber que Promil lo fabrica Milte, una empresa especializada en nutrición infantil.
Milte es la marca que fabrica las fórmulas de inicio y de continuación llamadas Miltina, así que mientras algunas personas ponían cara de “no lo entiendo", muchos hicimos nuestras más oscuras conjeturas.
Si yo fabricara básicamente leche artificial para los bebés y viera que cada día más madres dan el pecho, a riesgo de perder potenciales compradores de mis productos, buscaría algo que pudiera venderles a estas madres también, para asegurarme que, o bien las madres lactantes me compran algo (el Promil), o bien las que no dan el pecho lo hacen (la leche artificial).
Si además consiguiera hacer creer a la gente que el producto para las madres lactantes hace algo, sin ser verdaderamente cierto, conseguiría que, de rebote, más madres fracasaran en su intento por dar el pecho a sus bebés y que acabaran comprando leche artificial.
Pero ya digo, esto es lo que yo haría si tuviera una multinacional que fabrica fórmulas para bebés. Milte seguro que no ha hecho estas reflexiones tan macabras.
Más información | Milte
Foto | Fotomontaje con foto de moppet65535 en Flickr
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