Cada comienzo de año, el Papa repite una ceremonia privada de bautizo para los hijos de empleados del Vaticano, y como ya hiciera años anteriores, este año ha vuelto a animar a las madres a dar el pecho en público en la Capilla Sixtina. Un gesto que ya es un sello del Papa Francisco.
Durante el bautizo de los 34 niños, 18 niñas y 16 niños (incluyendo dos parejas de gemelos) se dirigió a las madres con total naturalidad diciéndoles que se sintieran libres de amamantar a sus bebés si tenían hambre y subrayando que hacerlo es usar el "lenguaje del amor".
"Si comienzan con un concierto (de llanto), o si están incómodos o muy acalorados o no se sienten bien o tienen hambre (...) amamántenlos, no tengan miedo, aliméntenlos porque ese también es el lenguaje del amor", dijo el Papa en una improvisada homilía.
"No tengan miedo"
En su improvisada frase dió un mensaje muy poderoso a las madres que estaban allí presentes y que es necesario extenderlo también a las demás madres de bebés que son amamantados. Las animó a "sentirse libres" y no tener miedo de dar el pecho el público, sin importar lo que otros puedan pensar.
"El lenguaje del amor"
No podemos estar más de acuerdo con que amamantar a un hijo es hablar el lenguaje del amor, sin olvidar que tampoco es algo exclusivo de las madres que amamantan. El lenguaje del amor hacia los hijos es universal, así se les de pecho o biberón. No es algo que se mida según la forma en que se les alimente.
De cualquier forma, el mensaje del pontífice no fue solo para las madres que amamantan, sino para cualquiera que necesitara alimentar a sus hijos. De hecho, pudo verse a una madre dando el biberón a su bebé durante la ceremonia.
No debería ser noticia
Lo primero que se nos ocurre pensar es: "¿pero esto qué tiene de noticia? Si es lo más normal del mundo". Pues no, no debería serlo pero es noticia, precisamente porque hay quienes no lo ven como un derecho. Todavía hay quienes ven "sucio" e "inaceptable" dar el pecho en público y hasta las redes sociales lo censuran en ocasiones por considerarlo "provocativo".
No es extraño ver a madres que son expulsadas (o invitadas a retirarse) de restaurantes, aviones, tiendas, museos, piscinas y otros sitios públicos por quienes no ven normal que una madre alimente a su bebé.
Por eso es importante destacar que una figura como el Papa anime a las madres a amamantar en público con total normalidad. Y además en la Capilla Sixtina, un sitio al que es obligatorio acceder con hombros y piernas cubiertas, pero el propio Papa permite que una madre descubra su pecho para alimentar a su bebé.
Es de sentido común que, tratándose de bebés de pocos meses, en algún momento durante las dos horas que duró la ceremonia tengan hambre o necesidad de consuelo al sentirse incómodos o irritables.
Aunque cada vez vemos más apoyos a favor de la lactancia en público, cuando suceden merecen reconocimiento vengan de quien vengan. Pero especialmente si procede de un ámbito como la iglesia, que estemos o no de acuerdo con lo que profesa y siendo tan hermética en ciertas cuestiones, hay que reconocer que el del Papa Francisco ha sido un bonito gesto que contribuye a defender el derecho de la lactancia materna.
Vía | Europa Press
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