No es raro que de vez en cuando expliquemos que en un restaurante una madre que amamanta a su bebé ha sido invitada a salir, o a hacerlo en el lavabo. No es raro porque ha pasado muchas veces. Lo que sí es raro, rarísimo, es que suceda lo contrario: que te prohíban dar el biberón a tu bebé.
Esto es lo que pasa en un restaurante vegano, y el debate está servido porque hay quien defiende la libertad de los dueños del restaurante de escoger qué se puede y qué no se puede comer en su establecimiento, y hay quien defiende el derecho del bebé de ser alimentado donde sea y cuando sea, en base a sus necesidades.
Nos gustan las madres...
Según leemos en el Diari de Tarragona, el restaurante vegano "El Vergel" compartió esta imagen en su cuenta de Instagram, con el mencionado texto. Lo hicieron como aviso para que las madres y padres evitaran dar biberones de leche de vaca dentro. Es posible que haya pasado en alguna ocasión reciente y por eso lo compartieran, pero no hay constancia.
Curiosamente, en TripAdvisor una madre contó hace algo más de un año lo que le pasó a este respecto:
"Mamá humillada"
Estuvimos celebrando un cumpleaños con amigos, a mi bebe de 4 meses le tocaba comer y le di el biberón. Poco después de empezarlo, el camarero me puso un papel al lado de mi plato y se fue. El papel ponía que no se puede entrar con comida de origen animal y si se trata de biberón pues tampoco. Alucinante. No sabía qué hacer, fue una situación totalmente inesperada, humillante y sin poder defenderme. Avisarme con un papel… El camarero no sabía qué tipo de leche le estoy dando a mi bebe, podría haber sido leche materna, o de origen vegetal pero es igual, creo que es muy muy personal, incluso diría íntimo.
De todas formas, ¿que esperaba el camarero? Que guardara el biberón como si nada? ¿Que acabara de darle el biberón a mi hija en la calle? Supongo que habrá madres que se levantan de la mesa y se van... muy muy mal.
Luego vimos el mismo aviso en la entrada entre varios papeles.
Me gustaba el sitio, el concepto, la comida, fui varias veces, pero no iré nunca más. Creo que en la hostelería hay que ser mucho más humilde y sobre todo respetar a tus clientes. Al acabar la cena me dijo que la próxima vez me prepararán un biberón de leche vegetal… Esto no funciona así. Los bebes están en desarrollo y no pueden cambiar de comida como un adulto.
Creo que tan extremo no habría que llevar sus ideas, si se meten con los bebés ya podrían prohibir la entrada de gente con bolsos, cartera o chaqueta de piel o prohibir el uso de los aseos a aquellos clientes que comieron carne/leche/huevos dentro de 48 horas…
El concepto que pretenden promover me parece genial y estoy totalmente a favor.
La forma en que lo hicieron aquel día conmigo y con mi bebe más bien me recuerda a un régimen totalitario.
A lo que desde el restaurante respondieron de este modo:
Estimada clienta:
Siento mucho que se haya sentido humillada. Tiene razón en quejarse y en sentirse mal. Puede que la forma no fuera la más adecuada. Para nosotros tampoco es fácil afrontar estas situaciones. Intentamos que la gente que viene con niños reciba esta información antes de entrar al restaurante, tanto con el aviso que hay en la puerta de entrada como verbalmente al hacer una reserva, con el fin de minimizar estos conflictos.
Yo soy el camarero que les recordó esta norma establecida en nuestro restaurante; también soy uno de los propietarios. Decidí presentarles el aviso por escrito cuando comenzaron a dar la leche al bebé, dando por supuesto que no se habían enterado hasta ese momento. Haciéndolo de este modo intentaba evitar ponerles en evidencia y crear una situación incómoda delante de sus compañeros de mesa. Lamentablemente durante el tiempo que lleva abierto el restaurante hemos tenido que presenciar el suministro de potitos con ingredientes de origen animal tanto de manera directa como a escondidas por parte de algunos padres, motivo por el que hemos decidido que no se consuma ningún tipo de comida del exterior. Los clientes también deben tener en cuenta que en cada negocio hay unas normas; por ejemplo, un código de vestimenta, la admisión o no de animales domésticos, niños... Nosotros no discriminamos a las familias con niños, a pesar de que en muchas ocasiones el resto de clientes se quejan y nos piden que les prohibamos la entrada. No digo que en esta ocasión fuera el caso.
Respecto a que opine que tampoco dejemos entrar a clientes con carteras de piel o que hayan comido ingredientes de origen animal con anterioridad es, otra vez, una decisión de la propiedad. Las determinaciones que se toman en un negocio no son democráticas. Quien asume el riesgo y la responsabilidad somos los propietarios, y nuestras son las decisiones. Como local de restauración, no aceptamos comida del exterior. Disponemos de leche vegetal apta para bebés, papillas y purés de verduras y compotas de frutas. Tampoco tenemos ningún inconveniente en que las madres den el pecho a sus hijos en el restaurante. Nosotros no fabricamos bolsos, ni zapatos ni abrigos, pero sí hacemos comida que usted puede comprar acorde con las normas del restaurante. Si alguien cree que darle un alimento a su hijo diferente al que toma normalmente supondrá un grave perjuicio para él, tiene dos opciones: alimentarle en otro horario, fuera del restaurante, o ir a otro establecimiento con otras normas.
Desconozco si el biberón contenía leche de vaca o la suya propia, pero supongo que si se sintió atacada fue precisamente porque era de origen animal no humano. Sin embargo, las madres verdaderamente humilladas son aquellas violadas durante toda su vida para tener bebés que son robados y descuartizados para que los humanos les arrebatemos la leche que era para ellos: estas madres son las vacas, ovejas y cabras, víctimas del biberón de su hijo.
Ojalá algún día pueda realmente comprender nuestro punto de vista. Una vez más, pido perdón por el mal trago que pudiera pasar y espero que esta explicación sirva de algo.
¡Un saludo!
¿Y si el biberón fuera de leche de soja?
Existen fórmulas para bebés basadas en bebidas vegetales, como las fórmulas de soja o las de arroz, que podrían estar dentro del biberón de cada bebé que entra en el restaurante. Pero claro, para saberlo, habría que preguntar. Y aún así, la respuesta podría no ser cierta. Quizás algunos padres, conocedores de la norma, podrían decir que es leche de arroz o de soja sin serlo. Es probable que por eso, desde el restaurante, consideran que lo mejor es que ningún bebé sea alimentado con biberón en su establecimiento, y así no cabe la duda.
El derecho de admisión vs. el derecho a ser alimentado de un bebé
La norma del restaurante dice que el bebé no puede tomar un biberón dentro si el alimento viene de fuera. Puede hacerlo antes o después, pero no durante. El problema es que el hambre de un bebé no suele saber de horas (a veces sí, pero no siempre), y puede coincidir precisamente con la hora de comer de los padres.
Si el bebé empieza a llorar estando sus padres comiendo, lo que deberían hacer es:
- Pedir un biberón de bebida vegetal en el restaurante: no es muy aconsejable si no es lo que toma el bebé habitualmente y no deja en buen lugar al restaurante.
- Tener al bebé llorando hasta que salgan todos del restaurante: no tiene mucho sentido y no deja en buen lugar al restaurante.
- Salir fuera del restaurante a alimentarle y entrar de nuevo cuando acaben: no tiene mucho sentido y no deja en buen lugar al restaurante.
- Ir al lavabo y darle el biberón a escondidas: no tiene mucho sentido y no deja en buen lugar al restaurante.
Entonces aquí chocan los derechos de admisión del restaurante con el del bebé a ser alimentado cuando tiene hambre (el derecho a no ser discriminado por su condición de bebé, básicamente).
¿Cuál prevalece? Pues es un debate interesante que parte, probablemente, de una premisa errónea. ¿Pueden prohibir que un bebé tome leche artificial en su establecimiento?
Dice la ley que cuando se habla del derecho de admisión en un local no se pueden poner las normas que uno quiera, si dichas normas suponen algún tipo de discriminación:
El ejercicio del derecho de admisión no puede conllevar, en ningún caso, discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, discapacidad, orientación sexual, identidad de género o cualquier otra condición o circunstancia personal o social de los usuarios de los establecimientos y los espacios abiertos al público, tanto en lo relativo a las condiciones de acceso como a la permanencia en los establecimientos y al uso y goce de los servicios que se prestan en ellos.
Se entiende que un bebé alimentado con fórmula infantil no puede de repente tomar leche materna para cumplir con las exigencias del restaurante. Se entiende también que no puede de repente tomar fórmulas hechas con bebidas vegetales porque no es su alimento principal (¿Y si se le da por exigencia del restaurante una fórmula de soja y el bebé sufre una reacción alérgica?). ¿Qué otra opción tiene una madre o padre que da biberón con fórmula basada en leche de vaca?
Cada cual que saque sus propias conclusiones, pero es muy posible que la norma que han implantado no sea siquiera legal. ¿Que los padres pueden entonces decidir si ir o no ir? Sí, claro, pero eso no quita que se esté discriminando a los bebés, y de paso a las madres, por no estar amamantando a sus bebés y alimentarlos con una fórmula basada en leche de vaca, cuya venta está permitida legalmente.
Foto | iStock