¿Los bebés que toman leche de fórmula duermen más? Qué dice la ciencia

¿Los bebés que toman leche de fórmula duermen más? Qué dice la ciencia
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¿Es esto un mito o hay algo de cierto detrás? ¿Duermen peor los bebés que sólo toman lactancia materna y duermen más los que toman leche de fórmula? Pues no es ni cierto ni falso del todo. Yo diría que los bebés que toman pecho duermen "diferente" que los bebés que toman biberón.

¿Cómo es el sueño de un bebé?

Lo primero que debemos saber es que el sueño de los bebés es muy diferente del de los adultos y del de niños más mayores. Los recién nacidos alternan sólo 2 fases de sueño (nosotros 4): sueño activo y sueño tranquilo (o profundo). Progresivamente el sueño va madurando y van adquiriendo nuevas fases, lo que puede incrementar los despertares. No es raro ver bebés que dormían bastantes horas seguidas que, en torno a los 4-6 meses comienzan a tener despertares más frecuentes.

Por otro lado, los bebés "no distinguen" día de noche los primeros meses; es decir, no tienen establecido un ritmo circadiano (mediante el cual dormimos cuando hay oscuridad y estamos despiertos cuando hay luz). Hacia las 9-12 semanas comienzan a adquirir este ritmo circadiano pero no es hasta el quinto o sexto mes cuando está completamente establecido. Así, hasta esa edad es frecuente que los bebés alternen periodos de sueño con periodos despiertos a lo largo de las 24 horas del día, independientemente de si es de día o de noche.

Y por último, y especialmente durante los primeros meses, los bebés necesitan comer muy frecuentemente (un recién nacido suele hacer entre 8 y 12 tomas al día).

Por ello, es fundamental que como padres bajemos las expectativas y asumamos que los bebés no duermen del tirón. La buena noticia: el sueño de todos los bebés mejora con la edad.

¿Duermen mejor los niños que toman pecho o biberón?

Este tema ha sido ampliamente estudiado pero los resultados no son muy concluyentes. Varios estudios han concluido que los bebés menores de seis meses que toman lactancia materna exclusiva tienen más despertares nocturnos que los que toman fórmula.

Esto puede deberse, por un lado, a que los bebés que toman leche materna necesitan comer aún con mayor frecuencia, pues la leche materna se digiere mejor y más rápido que la de fórmula. Por otro, para garantizar una adecuada producción de leche materna los bebés necesitan mamar con mucha frecuencia (a mayor succión mayor producción).

Sin embargo, no han hallado diferencias en la duración total del sueño ni más dificultades para conciliar el mismo. Es más, los bebés amamantados parecen conciliar mejor el sueño y eso puede deberse a la presencia de melatonina en la leche materna que producimos por la noche. Se ha visto que los niveles de melatonina en leche materna son indetectables durante el día, se elevan por la noche hasta un pico máximo a las 3 am y posteriormente descienden de nuevo.

Otra de las ventajas que ofrece la lactancia materna en relación al sueño es que previene la muerte súbita del lactante. Además, se ha objetivado que los bebés amamantados tienen menos problemas respiratorios relacionados con el sueño.

Y, por otro lado, los bebés que toman leche materna tienen menos probabilidad de sufrir cólicos del lactante. Este llanto, de predominio nocturno, es uno de los problemas más frecuentes que presentan los bebés en los primeros 3-4 meses de vida y es otra de las causas de que los padres (y los bebés que los sufren) durmamos menos por la noche.

Más allá de los seis meses de vida parece que el método de alimentación no influye tanto en el sueño. En Australia, Hysing entrevistó a más de 55.000 madres y no encontró relación entre lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y menor duración del sueño o más despertares entre los 18 y los 24 meses de edad.

¿Y duermen peor las madres que dan el pecho?

A pesar de que parece que los bebés amamantados se despiertan más por la noche, al menos durante los primeros seis meses de vida, esto no tiene por qué repercutir en las madres. Therese Doan estudió el sueño de un grupo de madres en su primer mes postparto y comprobó que las madres que hacían lactancia materna exclusiva dormía de media media hora más por la noche que aquellas que daban algo de fórmula por la noche (o siempre fórmula), sin encontrar diferencias en número de despertares o sueño diurno.

Además, las madres que amamantan parecen tener más sueño profundo y conciliar mejor el sueño. Esto puede deberse a la prolactina, hormona que se libera durante la noche y que juega un papel principal en la lactancia materna.

¿Mejorará el sueño si hago lactancia mixta?

Algunas familias deciden dar a sus bebés algún biberón por la noche para poder descansar mejor. Acabamos de ver en el estudio previo que dar algo de fórmula por la noche no hace que la madre duerma mejor (se asoció con media hora menos de sueño nocturno respecto a las madres que hacían lactancia materna exclusiva). Tampoco parece que los bebés que reciben lactancia mixta duerman mejor que los que toman lactancia materna exclusiva o aquellos que sólo reciben fórmula.

Además, la prolactina, la hormona por excelencia de la lactancia materna, se libera fundamentalmente por la noche. Sustituir tomas nocturnas de pecho por biberón durante las primeras semanas o meses postparto puede interferir con sistema de oferta-demanda que regula el pecho y puede disminuir la producción de leche materna.

Si doy cereales a mi bebé o más comida durante el día, ¿dormirá mejor?

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La OMS y las demás sociedades pediátricas recomiendan mantener lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. Aunque para los bebés alimentados con fórmula no existe tanta evidencia, la tendencia es esperar también hasta esta edad para comenzar con la alimentación complementaria. Sin embargo, muchas familias deciden iniciarla antes, especialmente los cereales, en un intento de que su bebé duerma mejor. Pero, ¿es esto un mito o una realidad?

En 2015 se llevó a cabo un estudio con 715 madres con bebés entre los 6 y los 12 meses de edad y comprobaron que, cuando se alimentaba mas a los bebés durante el día (tomaban más leche o más alimentos sólidos), era menos probable que necesitasen comer por la noche pero no menos probable que se despertasen.

También se ha estudiado si dar cereales a los bebés antes de ir a dormir mejora su sueño y se ha comprobado que no hay diferencias.

Y en este estudio de 2010 se encontró relación entre la introducción de los sólidos antes de los 4 meses de edad con una menor duración del sueño.

Importante remarcar aquí que la alimentación complementaria debe iniciarse en torno al sexto mes de vida, cuando el bebé esté preparado, pero nunca antes de los cuatro meses.

Resumiendo, diremos que los bebés que toman lactancia materna exclusiva parecen tener más despertares nocturnos que los que toman fórmula. Sin embargo, esto no parece repercutir en la duración total del sueño ni en la conciliación. Además, los bebés que toman pecho tienen otros beneficios en relación al sueño, como menos riesgo de muerte súbita del lactante, de sufrir cólicos del lactante o trastornos respiratorios relacionados con el sueño.

Por otro lado, las madres que dan el pecho concilian el sueño de nuevo más fácilmente y no duermen menos por la noche que las que dan fórmula. Hacer lactancia mixta o dar algún biberón de fórmula por la noche no han demostrado mejorar el sueño del bebé.

A partir de los seis meses, los patrones de sueño no parecen estar influenciados por el tipo de alimentación. Dar más comida a nuestro bebé durante el día no hará que se despierte menos por la noche (aunque es menos probable que tengamos que alimentarle en esos despertares). La buena noticia: el sueño de los bebés mejora con la edad.

Fotos | shurkin_son - www.freepik.es y iStockphoto

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