Se acerca el final de 2024 (¡parece mentira!) y en estos días tendemos a hacer balance de lo que hemos vivido a lo largo de este año, así como a proyectar lo que deseamos para 2025.
Aunque tener propósitos tradicionales como cambiar de trabajo, mudarse de casa o emprender un negocio es muy valioso para el desarrollo personal, hay algo que a menudo pasamos por alto y es tan o más importante que fijarse metas concretas, señala Nicole Whiting, experta en coaching emocional: buscar de manera consciente experiencias que transformen nuestra vida de forma significativa.
La experta destaca en la revista Psychology Today que estas vivencias, cuidadosamente elegidas, tienen el potencial de moldear quiénes somos, influir profundamente en nuestro bienestar emocional y fortalecer nuestro sentido de propósito.
Buscar experiencias positivas, más que metas concretas
La ciencia respalda esta idea, mostrando que las experiencias a las que damos prioridad pueden convertirse en catalizadores de crecimiento personal, conexiones profundas y un mayor significado en nuestra existencia.
No se trata solo de lo que hacemos, sino del impacto emocional y psicológico que estas experiencias tienen en nosotros, ayudándonos a evolucionar de maneras que las metas tradicionales no siempre logran alcanzar.
Con esto en mente, Whiting apunta a cuatro tipos de experiencias que deberías considerar priorizar en 2025 para transformar tu año con vivencias memorables, transformadoras, excepcionales e impactantes.
Cuatro tipo de experiencias que nos traerán felicidad de 2025
Cada una de ellas está diseñada para enriquecer tu vida al fomentar el crecimiento, construir relaciones significativas y cultivar una conexión más profunda contigo mismo y con el mundo. Respaldadas por investigaciones en psicología, no solo ofrecen inspiración, sino también una guía práctica para diseñar un año verdaderamente transformador y lleno de satisfacción.
1) Experiencias memorables que perduren en nuestro recuerdo
La coach emocional sugiere buscar experiencias memorables que dejen una huella vívida en nuestras mentes durante los próximos años. Vivencias que evoquen emociones fuertes, ya sea que traigan alegría, asombro o incluso que impliquen un gran desafío.
Para que una experiencia sea memorable, debe reunir estas cuatro consignas, explica: compromiso emocional (las emociones fuertes están ligadas a la formación de la memoria, haciendo que estas experiencias sean inolvidables), novedad (buscar actividades fuera de lo común que sorprendan a nuestro cerebro), conexión social (los momentos compartidos con los seres queridos amplifican la memorabilidad de las experiencias) y la regla del pico final (las personas tienden a recordar la parte más intensa de una experiencia y cómo termina en lugar de su totalidad).
Por tanto, es momento de pensar en ese viaje a un lugar remoto en el que nunca hayas estado, asistir a una espectáculo sorprendente o incluso probar algo fuera de tu zona de confort, como clases de baile o de cocina.
2) Experiencias que nos transformen como personas
La experta aconseja buscar experiencias que provoquen una transformación profunda en nosotros, que alteren la forma en la que vemos el mundo y a nosotros mismos, que nos permitan abrazar el cambio y produzcan un crecimiento personal.
Aunque nos provoquen incomodidad, nos anima a buscar oportunidades de transformación a través de retiros de autodesarrollo, participando en un trabajo terapéutico o asumiendo un desafío que te asuste un poco. Por ejemplo, asumir un rol de liderazgo, perseguir un proyecto apasionante o viajar solo puede crear un terreno fértil para el autodescubrimiento.
3) Experiencias excepcionales e intensas
En 2025 nos anima a vivir experiencias que sean intensas, raras y profundamente personales. Momentos excepcionales que se conviertan en hitos significativo en nuestra vida.
Algo que consideremos imposible o fuera de nuestro alcance. Desde escalar una montaña hasta correr una maratón, aunque nunca nos hayamos puesto unas zapatillas de correr.
4) Experiencias con impacto en la comunidad y en el mundo
Por último, Nicole Whiting aconseja buscar experiencias que tengan un impacto positivo en quiénes somos y cómo contribuimos al mundo que nos rodea. Buscando una conexión con los demás y aportando valor a la comunidad. Sugiere hacer un voluntariado, ser mentor de alguien o participar en un proyecto comunitario.
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