La gran mayoría de las madres gen Z se plantean dejar el trabajo para cuidar de sus hijos. Es un problema grave y la culpa es de las empresas

Que la vuelta al trabajo tras la baja maternal es complicada para muchas mujeres no es novedad. Muchas mujeres consideran que la baja por maternidad es muy corta y no se sienten preparadas para regresar al trabajo debido a que ésta dura muy poco.

Después de todo, en la mayoría de los países ésta no cubre ni seis meses, el tiempo mínimo de lactancia materna exclusiva recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y ni hablemos de la recuperación postparto.

De hecho, la baja maternal es tan insuficiente que hace algunos años se había reportado que el 37% de las madres consideraba renunciar a su trabajo al regresar de su baja maternal, mientras que muchas de ellas terminaron por hacerlo (y se sintieron satisfechas con su decisión).

A pesar de que ya son muchos años intentando conseguir que la baja maternal sea extendida, lo cierto es que los avances que ha habido han sido lentos y solo en determinados países. Un claro ejemplo de lo poco que se ha hecho por mejorarla es el caso las mujeres que actualmente se están convirtiendo en madres por primera vez: las de la generación Z.

De acuerdo con el reporte anual de maternidad realizado por Motherly, las dificultades para conciliar el trabajo y el cuidado de los hijos sigue siendo uno de los principales problemas a los que se encuentran las madres recientes, impactando su carrera profesional de manera negativa.

Falta de flexibilidad y altos costes, los principales motivos

Foto | Nataliya Voitkevich en Pexels

Según comparten en el informe de este año, muchas madres informan que abandonaron o adaptaron su vida laboral debido a la falta de servicios de cuidado infantil asequibles, una situación que encontraron en todas las generaciones de madres participantes, pero que es más pronunciada entre las pertenecientes a la generación Z.

La cifra de las madres más jóvenes (de 18 a 27 años en la encuesta) es bastante alta: el 82% de ellas ha contemplado renunciar a su trabajo para cuidar de sus hijos, siendo el estrés por conciliar y los altos costes del cuidado infantil sus principales razones.

De todas las madres encuestadas, cuatro de cada 10 se ha visto forzada a abandonar o cambiar de trabajo en el último año, debido a no poder dejar sus hijos a cargo de alguien más, aunque algunas de ellas señalaban que habían decidido hacerlo para pasar más tiempo con ellos.

Por lo que podemos ver en los resultados de este reporte, el principal culpable de que esto suceda son las mismas empresas. Comparado con las madres millennial, las mujeres de la generación Z lo tienen más difícil: tienen 2,5 veces menos probabilidades de tener flexibilidad laboral y la mitad de probabilidades de tener licencia de maternidad remunerada.

En cuanto a la flexibilidad, las madres de más de 30 años tienen tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades que las madres más jóvenes de tener un empleo de tiempo completo que les permita trabajar desde casa. Por el contrario, las madres menores de 30 años que trabajan desde casa tienen muchas más probabilidades de trabajar sólo a tiempo parcial.

Pareciera que en vez de ir avanzando en conciliación y ofrecer más apoyo a las madres, las cosas van en retroceso. Tanto así, que el 59% de las madres de la generación Z compartió que no está en sus planes tener más hijos, señalando su trabajo, la falta de apoyo y los problemas financieros comos los principales motivos.

Foto de portada | Mart Production en Unsplash

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