Mi experiencia trabajando desde casa ha sido muy positiva y es una que me ha dejado muchos aprendizajes. Tras siete años de experiencia haciendo home office, dudo mucho que vuelva a poner un pie en una oficina (a menos, claro, que no me quede alternativa). Pero llegar a este equilibrio que me permite continuar disfrutando lo que hago, sin llevarse de paso mi vida personal, tuvo su etapa de pruebas llena de aciertos y -muchos- errores.
Así que, ya sea que estés comenzando en esto del teletrabajo o sea una opción que apenas estás considerando, estos son algunos de los mejores consejos que he aprendido y puesto en práctica para separar vida personal y trabajo y cuidar mi salud mental.
Establece un horario de oficina
La parte más difícil del teletrabajo es definir límites, pero sobre todo, respetarlos. Trabajar sin salir de casa puede hacer que las líneas entre vida personal y laboral se vuelvan casi invisibles si no somos lo suficientemente cuidadosos con nuestro tiempo.
Establece horarios fijos de oficina según tu modo de trabajo y apégate en lo posible a ellos. Si es necesario, usa alarmas o temporizadores para esto. Así como el trabajo de oficina se acaba a una hora y te marchas a casa, lo mismo debe suceder si haces teletrabajo: terminas tu jornada y "adiós trabajo, ¡nos vemos mañana!".
Define un espacio para trabajar
Uno de los errores más comunes del home office es pensar que -porque lo hacemos desde casa- cualquier espacio vale. Nada de eso. Idealmente, habremos de tener un espacio de trabajo durante nuestra jornada laboral, para salir de él y poder desconectar totalmente una vez que hayamos terminado.
En casa tenemos una habitación específica para ello (mi esposo también hace home office), pero si el espacio es muy reducido puedes asignar alguna esquina o espacio pequeño dentro de casa. Lo más importante es que sea un sitio en el que puedas replicar -en la medida de lo posible- las condiciones que tendrías en una oficina.
Como mínimo, debe haber un escritorio, una silla cómoda o ergonómica y espacio suficiente para tu material de trabajo, pero también es esencial que lo hagas tuyo. Decóralo con elementos que te motiven y te alegren el día, como alguna frase que te guste, una planta y algún objeto decorativo que te haga feliz.
Tener esta división, que puede hacerse con una pared si es una habitación, o con algo tan sencillo como delimitar este espacio con una alfombra si es un rincón, es importante para separar el trabajo de la vida personal.
Usa un método de organización
Para que el trabajo no invada tu vida personal, es importante aprovechar al máximo tu horario laboral. Para esto lo mejor es tener un método de organización que te ayude a mantenerte enfocado y te permita alcanzar las metas del día o de la semana.
Uno de los métodos más efectivos es el time boxing o planificación por bloques, que consiste en dividir tu jornada en segmentos de tiempo. Esto delimita la duración para cada tarea, de manera que permanezcas concentrado en lo que estás haciendo y aumentes tu productividad al limitarte a hacer lo que habías planificado para ese bloque.
Limita las distracciones y otras tareas
Cuando hacemos teletrabajo, tenemos algo que en la oficina no: cientos de distracciones. Desde que alguien toque el timbre hasta las tareas de casa pendientes por hacer, distraerse es extremadamente fácil cuando estamos trabajando de forma remota.
Claro, habrá cosas que no podremos evitar (como lo del timbre), pero muchas otras sí - como esa tarea pendiente que acabas de recordar y que puede esperar para después. Mi truco favorito para esto es escribir en una nota o libreta lo que sea que haya recordado durante mi jornada laboral, para hacerlo después y así no interrumpir mi ritmo de trabajo.
Mantén conexiones sociales
Así como al salir de la oficina muchos atendemos nuestra vida social, lo mismo debe ocurrir cuando teletrabajamos, en especial porque trabajar desde casa puede llegar a ser muy solitario.
Mantén el contacto con amigos y familia, ya sea reuniéndote en persona con ellos, visitándoles o haciendo videollamadas. Es importante cuidar y mantener estas conexiones con las personas que queremos y nos importan.
Toma tiempo para ti
No todo es productividad, y cuando hacemos teletrabajo puede ser fácil olvidarnos de nosotros mismos por darle prioridad a otras cosas. Pero descansar y tomar pausas es una parte importante también de tu vida laboral (y no lo digo yo, lo dice la ciencia).
Además de incluir descansos de 10 o 15 minutos a lo largo del día, tómate un tiempo para ti ya que hayas salido de tu jornada laboral y dedícalo para hacer algo de autocuidado, como leer, meditar o hacer algo que te relaje y te haga feliz.
Haz ejercicio
Finalmente, incluye una actividad para mantenerte activo. Con el teletrabajo se acabó el tener que caminar para llegar a nuestro lugar de trabajo, por lo que el sedentarismo es uno de los riesgos que se corren al trabajar desde casa.
Haz espacio en tu día (o tu semana, si no te es posible todo los días) y realiza una actividad física, ya sea antes de comenzar tu día de trabajo o al finalizarlo. Puede ser desde algo tan sencillo como una caminata o hacer estiramientos, hasta seguir una rutina completa de ejercicio.
Lo más importante: el equilibrio
Como comentaba al inicio, mi experiencia haciendo teletrabajo ha sido muy positiva. Pero así como tiene grandes ventajas y puede ser muy beneficioso para metas personales y familiares, también es algo que nos enfrentará a nuevos retos y desafíos.
Muchas personas piensan que quienes trabajamos desde casa somos muy afortunados porque asumen que es algo que no tiene mucha ciencia, pero el teletrabajo no siempre es tan maravilloso como suena, especialmente si no tienes trazado un plan de acción. Y creo que es importante mencionar esto para que no nos llevemos una idea errónea sobre él.
Una de las cosas que más suele dificultársenos a quienes hacemos home office, es separar vida personal y trabajo. De ahí la importancia de organizarnos y planificar para lograr un equilibrio entre ambos. ¡Seguro que con los consejos que te he dado lo lograrás!
Foto de portada | Michelangelo Buonarrotti en Pexels