Aunque el 95 por ciento de las embarazadas que contraen el Covid no tiene resultados adversos, también es cierto que tienen mayor riesgo de complicaciones como preeclampsia, parto prematuro o ingreso en UCI.
Este ha sido el caso de Ianula Antonio, una mujer que contrajo el Covid a mediados de enero, embarazada de 22 semanas de gestación, y tras permanecer ingresada muy grave por Covid en el Hospital La Fe de Valencia, ha dado a luz a su bebé a término y pronto podrán irse a casa.
Cuando ingresó presentaba una neumonía bilateral, y tras una complicación tuvo que ser ingresada en el servicio de Reanimación. Allí necesitó usar un respirador extracorpóreo durante casi dos semanas, y aunque los pronósticos no eran buenos, logró recuperarse y salir adelante.
Un respirador que le salvó la vida
Debido a un síndrome respiratorio agudo (SDRA) por coronavirus SARS-CoV-2, durante 14 días precisó un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea o ECMO, por sus siglas en inglés. Se trata de un equipo de ventilación mecánica invasiva que permite realizar la función respiratoria y limpiar la sangre, mientras que los pulmones pueden permanecer menos
activos.
Hay muy pocos casos del uso de ECMO en mujeres embarazadas, debido
a que los cambios fisiológicos asociados al embarazo aumentan tanto la
susceptibilidad a sufrir infecciones respiratorias, como a que estas sean de mayor gravedad.
Marcus nació sano
El viernes pasado, la madre dio a luz a un bebé sano nacido con 37 semanas de gestación y 2.800 gramos de peso al que han llamado Marcus.
El recién nacido, que no tiene secuelas por el Covid de su madre, ha sido el centro de atención de todo el equipo médico. Un equipo multidisciplinar formado por especialistas en Reanimación y Neumología, Obstetricia y Ginecología, además del personal de Enfermería que pasaba parte a la familia dos veces al día.
"Sin la ayuda que hemos tenido aquí, igual la historia hubiera tenido otro final que nadie deseaba", dijo el padre del pequeño.
No podían colocarla boca abajo
En el caso de Ianula, se sumaba la dificultad de que, debido a la barriga, no podían colocarla boca abajo para que sus pulmones se recuperaran mejor, como se hace con el resto de pacientes con Covid.
"La situación era de riesgo extremo por la gravedad de la enfermedad y las semanas de gestación, insuficientes para una viabilidad con garantías de salud", explicó el doctor Alfredo Persales, director del Área Clínica de la Mujer del Hospital La Fe de Valencia.
El comité ético del hospital valoró la posibilidad de tener que realizar una cesárea para sacar al bebé ante el empeoramiento de la madre, pero afortunadamente no ha hecho falta y la historia acabó con final feliz.
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