Durante el embarazo, el cuello uterino o cérvix suele quedar sellado con un tapón mucoso. Sin embargo, a veces la entrada al útero empieza a dilatarse antes de que el embarazo haya llegado a término, lo que en general puede suceder en el tercer o cuarto mes.
Este problema es conocido como cérvix incompetente o insuficiencia cervical, que se produce cuando el cuello del útero se abre prematuramente bajo la presión del útero y el feto que aumentan de tamaño.
Cualquier abertura del cérvix puede hacer que el saco amniótico baje hacia el canal vaginal y se rompa, lo que produciría un aborto. Se estima que entre el 1% y el 2% de los embarazos sufren de cérvix incompetente, y se cree que ésta es la causa del 20 al 25% de los abortos espontáneos durante el segundo trimestre.
Otra de sus consecuencias puede ser el nacimiento muy prematuro del bebé, con serios peligros para su salud, incluso para su supervivencia.
Causas de insuficiencia cervical
En cualquier caso, una cérvix incompetente puede ser debida a varias razones:
- Un debilitamiento del cuello uterino de causa genética.
- Una hiperextensión o laceraciones graves en el cérvix durante uno o varios partos anteriores.
- Una cirugía o terapia con rayos láser en la cérvix.
- Malformación uterina o de cérvix.
- Traumatismo previo en el cuello uterino.
- En embarazos múltiples (dos o más bebés) hay más riesgo de cérvix incompetente.
- Escasa longitud del cuello uterino.
Síntomas de cérvix incompetente
Respecto a los síntomas, es frecuente no sentir ningún signo de cérvix incompetente, ya que el cérvix se adelgaza y expande lentamente por sí solo, sin que se presente sangrado vaginal o contracciones de trabajo de parto.
Sin embargo, podrían darse alguno de estos síntomas, aunque ninguno por sí solo es signo inequívoco de este problema y puede deberse a otras razones. Por ello, si sentimos varios de los puntos que enumeramos a continuación, habrá que acudir al especialista para que evalúe nuestro caso y haga el diagnóstico correcto:
- Dolor de espalda.
- Malestar o presión en la parte más baja del abdomen.
- Derrame o goteo de líquido tibio proveniente de la vagina.
- Manchas de sangre o sangrado anormal.
- Flujo vaginal con aspecto de mucosidad.
- Dolor al orinar.
- Sensación de tener algo abultado en la vagina.
¿Qué se hace en caso de cérvix incompetente?
Si se diagnostica a tiempo, el médico tomará las medidas que considere oportunas para prevenir un aborto o un parto prematuro.
- Probablemente mandará reposo durante el embarazo, y prohibirá las relaciones sexuales.
- Se suele realizar una cirugía para atar y cerrar la cérvix (cerclaje o sutura cervical), que no está exenta de riesgos.
- En ocasiones se pone un parche o dispositivo plástico o de caucho en la vagina para elevar y soportar el cérvix y mantenerlo cerrado, que se quitaría aproximadamente una semana antes de la fecha prevista del parto.
- También se puede tratar con medicamentos que detienen o previenen las contracciones del trabajo de parto antes de que el feto esté maduro.
A pesar de todas estas medidas, es posible que el aborto finalmente se produzca. De hecho, en muchas ocasiones la cérvix incompetente sólo se diagnostica cuando una mujer sufre un aborto espontáneo en el segundo trimestre tras experimentar un adelgazamiento y dilatación progresivos del cuello sin pérdidas vaginales ni contracciones uterinas detectables.
También puede ser diagnosticada cuando una ecografía o examen vaginal muestra el acortamiento o abertura prematura de la cérvix.
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