La jornada continua escolar lleva años siendo foco de debate entre padres, profesores y expertos. En nuestro país, la práctica totalidad de las comunidades autónomas ha apostado por este tipo de jornada, salvo Cataluña y País Vasco, donde la mayoría de centros cuenta con horario partido de mañana y tarde.
Pero tras un proceso de análisis y debate en la comunidad educativa para ver qué tipo de horario era mejor, Navarra ha sido la primera autonomía en cambiar los horarios escolares y pasar de la jornada continua a la partida en todos los colegios públicos de Infantil y Primaria, según cuenta Olga R. Sanmartin en El Mundo.
El cambio, que se hará efectivo por ley de cara al próximo curso 2024/2025, aviva de nuevo el debate acerca de cómo afecta este tipo de jornada al rendimiento, atención y desarrollo social de los niños.
Navarra, la primera comunidad en volver a instaurar la jornada partida
Navarra puso de forma experimental la jornada continua en los colegios, y en febrero de 2023 el 70% de los centros escolares tenía implantado este sistema. Pero tras analizar el impacto sobre los alumnos de este horario lectivo y ver que no tenía los efectos esperados, la comunidad ha decidido volver a instaurar la jornada partida "atendiendo a razones pedagógicas".
El Consejo Escolar de Navarra (CEN) ha aprobado el dictamen del proyecto de orden foral por la que se regulan los tipos de jornada en los centros educativos de la Comunidad Foral y que prioriza los intereses, necesidades y características del alumnado y sus familias o representantes legales, podemos leer en este comunicado de la CEN.
La medida entrará en vigor el próximo curso, aunque los colegios que deseen seguir manteniendo la jornada continua deberán concurrir a la convocatoria de elección de jornada que va a realizar el Departamento de Educación para ese curso, que será dictada en los próximos meses.
Los expertos están en contra de la jornada escolar continua
La jornada escolar continua concentra todas las clases en horario de mañana, en lugar de repartirlas en dos bloques (mañana y tarde) separadas por la hora de comer. Así, los colegios que se rigen por este tipo de jornada finalizan a las 14:00 horas.
La mayoría de profesores se muestra a favor de las clases matinales, y también son muchas las familias que apoyan esta jornada. Pero hay expertos que no lo tienen tan claro. Sin ir más lejos, un reciente estudio llevado a cabo por EsadeEcPol, alertaba de que la jornada escolar continua no sería tan beneficiosa como muchos piensan, pues además de perjudicar a los alumnos, aumentaría la segregación social y agravaría la brecha de género laboral y salarial.
Aumenta la tasa de abandono escolar. Según leemos en este otro artículo de Olga R. Sanmartín en El Mundo, hace unos meses la OCDE instó a España a quitar la jornada continua y abrir los colegios por las tardes, con el objetivo de reducir el abandono escolar temprano, que sigue siendo uno de los más altos de la UE.
Se ha demostrado que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje y otros indicadores sociales y conductuales. Las investigaciones tienden a corroborar que estas ventajas son más notables en el caso de los alumnos desfavorecidos - leemos en el informe de la OCDE
Baja el rendimiento y aumenta la fatiga. Tras un minucioso análisis de varios estudios, el sociólogo Fernández Enguita refleja en su blog (y de forma más extendida aquí enlaza varios vídeos profundizando en el tema) se muestra contrario a la jornada continua, aludiendo que empeora el rendimiento académico y la atención, y aumenta la fatiga de los alumnos.
También el economista y matemático, Lucas Gortazar, explicaba hace unos años en Politikon los beneficios para los niños de la jornada partida, y criticaba el calendario escolar ajustado y comprimido. Recientemente, Gortazar celebraba en sus redes sociales que la jornada continua se hubiera paralizado en Navarra, y reflexionaba en un extenso hilo sobre los efectos que tiene este horario en los alumnos de entre tres y 12 años.
Incrementa las desigualdades académicas y sociales entre los alumnos. El conocido psicólogo Alberto Soler -al que entrevistamos hace tiempo con motivo de este tema- explica en este artículo cómo la jornada continua incrementaría la brecha académica entre los alumnos, ya que los más brillantes serían capaces de compensar la fatiga, mientras que en aquellos con problemas para mantener la atención las dificultades se harían más notables.
A las desigualdades académicas se sumarían también las sociales. Según este estudio, la jornada continua contribuiría a que los alumnos pertenecientes a familias con rentas más bajas tuvieran una menor participación en actividades extraescolares dentro del colegio e hicieran un menor uso del comedor escolar.
En definitiva, poco a poco se va viendo que la jornada escolar continua no parece ser tan positiva para los alumnos como inicialmente se pensaba. Y Navarra será la primera comunidad en dar el paso y volver a implementar el horario tradicional en los colegios.