La mitad de España aún seguimos aún en la Fase 0, por lo que la vuelta a las aulas nos queda aún algo lejos, pero en otras comunidades autónomas, las que ya están en la Fase 1, los alumnos podrían regresar a los colegios a partir del 25 de mayo, si pasan a la Fase 2 de desescalada.
Pero ¿estamos preparados para dar este paso a solo 20 días de que finalice el curso? Un nuevo documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierte que reabrir los centros puede ser algo precipitado, ya que todavía no se sabe con exactitud la transmisión y la gravedad del coronavirus en los niños, y pide que antes se reflexione sobre la epidemiología de la zona en la que se encuentra el centro educativo y sus capacidades de mantener las medidas de higiene.
También incluye medidas de educación sobre la prevención que apuestan por el distanciamiento, los horarios de lavado de manos, la enseñanza online y las clases al aire libre.
¿Se pueden reabrir los colegios?
En España las clases presenciales no se reanudarán hasta septiembre, con algunas excepciones, en las provincias que hayan pasado a la Fase 2 de desconfinamiento: serán voluntarias para alumnos de 4º de la ESO y 2º de Bachillerato, clases de refuerzo para los estudiantes más rezagados, y para menores de seis años cuyos padres estén trabajando.
De cualquier forma, tal y como recoge la orden de Sanidad publicada en el BOE el pasado sábado 9 de mayo, los colegios en Fase 1 de desescalada ya pueden abrir para su limpieza y desinfección, acondicionamiento y para la realización de funciones administrativas, guardando una distancia de seguridad de dos metros, con la debida protección de los trabajadores y limitando al máximo posible el empleo de documentos en papel y su circulación.
Pero no todas las comunidades autónomas apoyan la iniciativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Según informa El Mundo, al menos, siete consejeros van a pedir a la ministra que los alumnos de cero a seis años no se reincorporen este curso porque no consideran suficientemente "seguro" el regreso a las aulas. Se trata de los representantes de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla y León, Castilla la Mancha, Murcia y País Vasco.
También sindicatos y asociaciones de docentes, centros educativos y estudiantes han alertado de que los colegios pueden no estar suficientemente preparados para una vuelta a las aulas y sugieren que se espere a septiembre. El sindicato de docentes CSIF, por ejemplo, reclama en un comunicado que se retrase al próximo curso "con planificación y medidas preventivas y organizativas". Argumenta que:
"Los centros escolares no están preparados para una vuelta precipitada a las aulas este mes, como prevé el Gobierno para una parte del alumnado, porque no hay garantías sanitarias plenas y es un esfuerzo innecesario para veinte días que restan de curso".
De la misma opinión es la Asociación de Colegios Privados e Independientes (CICAE) al señalar que "afronta la apertura gradual en la fase 2 con preocupación por la gran responsabilidad de implementar protocolos sanitarios e higiénicos que aseguren el bienestar de alumnos y docentes".
Qué tener en cuenta para reabrir los colegios, según la OMS
La Organización Mundial de la Salud también muestra su preocupación por la reapertura de los centros sin poder garantizar unas medidas de seguridad. Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, invitaba a países como Portugal, Bélgica o Francia (que ya invitan al retorno gradual), que antes de hacerlo comprueben si pueden responder afirmativamente a estas cuestiones:
¿La epidemia está bajo control?
¿El sistema sanitario puede hacer frente a un resurgimiento de los casos una vez se relajen las medidas?
¿Los sistemas de vigilancia son capaces de detectar y gestionar los casos de contagio y sus contactos?
Estos comentarios del director se basan en el documento 'Consideraciones para las medidas de salud pública relacionadas con la escuela en el contexto de Covid-19' ('Considerations for school-related public health measures in the context of Covid-190'), publicado este fin de semana, donde se señalan los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de decidir reabrir o no los colegios:
Una evaluación general de riesgos para la salud que "incluyen factores epidemiológicos, el sistema de salud y las capacidades de salud pública, el compromiso de la comunidad y la capacidad del Gobierno para mantener el apoyo económico y social a los más vulnerables".
Considerar que el papel de los niños en la transmisión sigue sin estar claro "y se necesitan datos adicionales. Las enfermedades graves debidas a la Covid-19 se observan con poca frecuencia en los niños, aunque ha habido casos raros de enfermedades graves".
Valorar la situación local y la epidemiología en las zonas donde están localizados los centros educativos y el entorno escolar, y su habilidad para mantener las medidas de prevención y control del coronavirus.
Sopesar los daños derivados de tener los colegios cerrados: el aumento de la desigualdad educativa, acceso limitado al comedor escolar en hogares en riesgo de exclusión, el riesgo de que los niños no regresen a la escuela.... Quizás sea necesario "mantener parcialmente abiertos los centros para los hijos de los trabajadores esenciales.
La edad de los estudiantes: "Los niños más pequeños pueden encontrar más difícil mantener un distanciamiento físico de al menos un metro".
Medidas de seguridad e higiene, recomendadas por la OMS
En este nuevo documento de la OMS, anexo de sus consideraciones generales de salud pública en la desescalada, se habla de prácticas diarias necesarias en los colegios mientras dure la pandemia del Covid-19:
- Programar una limpieza regular y diaria del entorno escolar, incluyendo baños, con agua y detergente y desinfectante:
"Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como los pomos de las puertas, > los escritorios, los juguetes, los suministros, los interruptores de la luz, los marcos de las puertas, equipos de juego, el material didáctico utilizado por los niños y las cubiertas de los libros".
- Mantener una distancia de al menos un metro y aumentar el espacio entre los pupitres para que haya al menos un metro también entre las mesas.
Escalonar los recreos y los descansos para comer. Se habla incluso de "comer en el pupitre" como alternativa.
Limitar la mezcla de grupos en las actividades escolares y después de clase.
Aplicar un protocolo de entrada y salida de las aulas, si solo hay una entrada.
Posibilidad de aumentar el número de profesores para tener menos alumnos por aula.
Ampliar el horario de la educación secundaria para que alumnos y profesores hagan turnos durante el día.
Promover las clases al aire libre.
Enseñanza online a través de tareas, blogs, participar en actividades físicas en el hogar).
Crear conciencia para garantizar que los estudiantes no se reúnan al salir de la escuela y en su tiempo libre.
Evitar aglomeraciones en la recogida de los niños en las puertas de colegios o guarderías.
En cuanto al transporte escolar: "solo un niño por asiento con al menos un metro de distancia en los autobuses. Esto puede llevar a la necesidad de aumentar el número de autobuses escolares por escuela. Si es posible, las ventanas del autobús deben mantenerse abiertas".
Creación de un horario para la higiene frecuente de las manos, especialmente para los niños pequeños, y que se proporcione suficiente cantidad de gel hidroalcohólico en todo el centro.
Uso de mascarillas, si es obligatorio.
Explicar a los niños cuáles son los síntomas de Covid-19 y qué hacer si se siente enfermo.
Saludar sin contacto.
Diseñar medidas para limitar el riesgo de exposición o contacto físico directo en clases de educación física, deportes u otras actividades físicas, así como en los parques infantiles, las áreas húmedas y vestuarios.
Tomar la temperatura diariamente en la entrada del edificio a los estudiantes, personal y visitantes.
Crear una lista de verificación que podría incluir el estar al día de las vacunas y las patologías previas para proteger a los más vulnerables.
Hacer cumplir la política de 'quedarse en casa si no está bien' para estudiantes, profesores o personal escolar con síntomas". Esto implica no exigir justificante médico para faltar a clase cuando hay una transmisión comunitaria de Covid-19 y asegurarse de que los estudiantes que hayan estado en contacto con un caso positivo guarden la cuarentena de 14 días.
Además, la OMS insiste en la importancia de realizar "actualizaciones semanales sobre estas medidas según vaya evolucionando la pandemia". Señala que hay que medir su efectividad según se vayan poniendo en marcha, para saber hasta qué punto están funcionado o si se debe dar marcha atrás o rectificar para velar por la seguridad de niños y docentes.
Habrá que esperar a la Conferencia Sectorial de Educación y Formación Profesional, que tendrá lugar mañana de manera telemática entre la ministra de Educación, Isabel Celaá y los consejeros educativos de todos los gobiernos autonómicos, para ver qué medidas se acuerdan en España para adaptar el próximo curso escolar 2020-2021 a la evolución de la crisis del Covid-19 y si se sigue adelante con el regreso a las aulas de los menores de seis años en unos días, en todas las comunidades.
De momento, la ministra ha anunciado que si no hay vacuna en septiembre las clases estarán ocupadas por un máximo de 15 alumnos, lo que implica compaginar enseñanza presencial y online.
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