La crianza, el entorno y la genética, son factores que, según múltiples estudios e investigaciones científicas, influyen enormemente en la vida de cada persona, desde el aspecto físico hasta el emocional.
Pero una cosa que también puede impactar en todo ello, es el orden de nacimiento. De acuerdo con varios estudios, éste puede influir tanto en nuestra personalidad como en la educación y desempeño académico.
Ahora, un estudio reciente ha revelado que el orden de nacimiento también puede influir en la salud mental y la probabilidad de ciertos trastornos mentales.
De acuerdo con la investigación publicada en Epic Research, el orden de nacimiento podría ser un indicador de la posibilidad de que se presente ansiedad o depresión en la infancia. Los investigadores señalan que esto podría ayudar a identificar ciertos factores de riesgo relacionados con este tipo de trastornos mentales.
El estudio, que dio seguimiento a 182.477 niños nacidos entre 2009 y 2016, señala que los hermanos mayores y los hijos únicos serían los más afectados en este sentido.
De acuerdo con sus resultados, los primogénitos tendrían 48% más probabilidades de ser diagnosticados con ansiedad a los ocho años de edad, comparados con los niños que nacieron en segundo o tercer lugar. En una cifra similar se encuentran los hijos únicos, que tenían un 42% de probabilidades, también comparados con los niños que nacieron en segundo o tercer lugar.
En cuanto a la depresión, se encontró que las cifras también eran mayores en los casos de ambos: los hermanos mayores nacidos en primer lugar tendrían un 35% más probabilidad de padecer depresión, en comparación con sus hermanos menores, mientras que en el caso de los hijos únicos ésta alcanzaba hasta un 38%.
No todo está escrito en piedra
Quizás al ver los resultados de esta investigación podremos preocuparnos por quienes son hermanos mayores o hijos únicos, pero debemos recordar que incluso los estudios científicos hay que cogerlos con pinzas. Después de todo, solo se habla de probabilidades.
Lo que sí podemos hacer, y resultará más útil, es tomar conciencia de los motivos por los que los niños que cumplen con estas categorías podrían tener problemas como ansiedad y depresión en la infancia.
Por ejemplo, no es ningún secreto que a los hijos mayores se les suele exigir más que a sus hermanos más pequeños y la presión que pueden tener, tanto ellos como quienes son hijos únicos, es algo que indudablemente puede influir en su estado mental.
Lo que debemos hacer es prestar atención y cuidar la salud mental de los hermanos mayores y los hijos únicos, y ser conscientes de nuestra forma de criarles, haciendo lo posible por educar a los niños sin roles ni estereotipos asociados al orden de nacimiento, siendo amables y respetuosos con ellos.
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