Mañana lunes arranca en Madrid la Cumbre de Clima y la capital de España ya lleva día respirando medio ambiente, con diferentes actividades organizadas dentro de Madrid Green Capital.
Fue en uno de estos encuentros del alcalde y la vicealcaldesa con niños de primaria, que anunciaron una medida enfocada a recuperar el medio ambiente: plantar un árbol por cada bebé que nazca en la capital de España.
Niños con ideas muy verdes
El edil José Luis Martínez-Almeida ha prometido aún más medidas a los alumnos de los colegios Claudio Moyano y Nicolai, que visitaban al Ayuntamiento: plantar 15.000 árboles en alcorques que están vacíos.
Por su parte, los niños han propuesto la construcción de un carril bici elevado "que ya conectaría con el de Castellana", así como "una hora semanal en los colegios para que enseñen a las 3 R: reducir, reciclar, reutilizar".
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, les ha agradecido sus aportaciones, porque son ellos quienes tienen "más y mejores opiniones".
Además, les ha prometido que sus consejos serán escuchados, y les ha manifestado su compromiso de lograr que "Madrid sea la ciudad con el aire más limpio".
Para conseguirlo, Villacís ha indicado que "la política es el camino más corto para arreglar problemas", y ha animado a que alguno de ellos sea político:
"Somos mamás, papás, que tenemos hijos, que no queremos que respiren aire sucio, que nos podemos enfermar, que asumimos la responsabilidad sobre un montón de ciudadanos y de niños. Sé que todos mis compañeros piensan qué es lo mejor para Madrid".
Recuperar una tradición 30 años después
Apenas quedan unos cuantos árboles con nombres y apellidos perdidos por las calles de Madrid. Son el testigo de una iniciativa que tuvo mucho éxito y de una de las primeras campañas para sensibilizar a los madrileños sobre la importancia de la naturaleza.
La idea fue concebida hace 29 años por el Partido Radical Italiano y fue propuesta ante el Parlamento Europeo. Madrid, fue la primera ciudad que la llevó a la práctica junto con Jerusalén, gracias al empeño del entonces alcalde Agustín Rodríguez Sahagún y de Esperanza Aguirre, que era concejal de Medio Ambiente en el consistorio madrileño. En el primer año se instalaron 26.000 placas en los alcorques de la capital.
Ahora, el nuevo equipo de Gobierno pretende recuperar esta antigua iniciativa, aunque aún no se han ofrecido fechas de comienzo. Aún así, nos parece un bonito regalo para los futuros bebés, una placa con su nombre y apellido, pero también por procurar ofrecerles un aire más limpio donde crecer.
Vía | El Periódico
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