Un grupo de científicos de la Universidad de Oxford se ha interesado por esta reacción que tenemos los adultos ante la presencia de un bebé y ha descubierto que la cara de bobos que ponemos podría tener una respuesta biológica.
Al parecer, es un comportamiento instintivo producido en un área específica del cerebro que provoca lo que los expertos llaman el efecto “árbol de navidad", me imagino que por lo de las lucecitas.
A través de una técnica de imagen llamada magnetoencefalografía se le enseñó a un grupo de adultos los rostros de 13 adultos y de 13 bebés desconocidos.
Al ver la cara de los bebés se activaba de forma inconsciente una parte del cerebro que curiosamente no se activaba tan rápido al mirar la cara de los adultos, lo cual sugiere que esta reacción neurológica está relacionada con los sentimientos de protección que despiertan los bebés.
A la vez, encontraron que podría tratarse de un mecanismo cerebral subyacente de la depresión postparto, en el cual esta parte del cerebro podría alterarse afectando la capacidad de la madre de atender a su propio bebé.
En investigaciones posteriores estudiarán los mecanismos que se producen en nuestro cerebro cuando vemos la cara de nuestro propio bebé, que siguiendo la línea del efecto “árbol de navidad" podrían llamarlo efecto “fuegos artificiales".
Vía | Parentdish Más información | PlosOne