Qué significa que un niño tenga altas capacidades intelectuales, según los psicólogos

Las altas capacidades intelectuales se manifiestan de formas que pueden sorprender tanto a padres como a educadores. Y es que, debemos saber que no se trata simplemente de "inteligencia superior" o de un rendimiento académico excelente, sino de una combinación de características cognitivas, emocionales y creativas que distinguen a estos niños.

Comprender cómo se manifiestan estas capacidades es clave para identificar y apoyar a estos niños. En este artículo, como psicóloga, te cuento qué significa que un niño tenga altas capacidades. 

Es decir, ¿en qué se traducen estas altas capacidades, cómo se manifiestan...? Hablamos de los ocho 'síntomas' clave y de algunos ejemplos. Eso sí, recuerda que no todos los niños con altas capacidades manifiestan todas estas características, ya que cada caso es un mundo.

1) Curiosidad insaciable: el deseo constante de saber más

Una de las primeras señales de altas capacidades es la curiosidad casi ilimitada e insaciable. Los niños con este perfil suelen bombardear a sus padres y profesores con preguntas complejas. No se conforman con respuestas simples y siempre buscan profundizar más.

Por ejemplo, un niño de seis años podría preguntar: "¿Por qué el cielo es azul?" y, tras obtener una respuesta sobre la dispersión de la luz, insistir: "¿Y por qué la luz se dispersa de esa manera?". Esta búsqueda incesante de conocimiento muestra una capacidad para conectar ideas y conceptos abstractos.

2) Pensamiento divergente: razonar desde otra perspectiva

Otra característica distintiva es su capacidad para pensar "fuera de la caja", es decir, para 'pensar de forma atípica o de ir más allá'. El pensamiento divergente o pensamiento lateral les permite encontrar soluciones creativas a problemas cotidianos o reinterpretar las normas establecidas.

Un ejemplo podría ser un niño que, ante un juego de construcción, no solo sigue las instrucciones del manual, sino que diseña estructuras complejas basadas en su imaginación. Esta habilidad, que a menudo se asocia con la creatividad, es un indicador importante de talento potencial.

3) Memoria excepcional: retener y conectar información

Muchos niños con altas capacidades tienen una memoria que parece "fotográfica". Retienen datos, fechas o información compleja con sorprendente facilidad y la conectan con nuevas ideas.

Imagina a una niña que, tras escuchar una vez los nombres de los planetas, puede recitarlos en orden y explicar sus características principales semanas después. Esta habilidad para almacenar y recuperar información es clave en su desarrollo cognitivo.

4) Sensibilidad emocional: intensidad en las emociones

No todo es cognitivo; las altas capacidades también se reflejan en una vida emocional intensa. Estos niños suelen mostrar una empatía inusual para su edad, preocupándose profundamente por cuestiones éticas o sociales.

Por ejemplo, un niño podría sentirse profundamente afectado al ver un documental sobre animales en peligro de extinción y movilizar a su entorno para recaudar fondos o generar conciencia. Esta sensibilidad puede ser una fuente de fortaleza, pero también de 'vulnerabilidad' (si no se conoce o no se gestiona adecuadamente).

5) Sentido del humor sofisticado: la risa como expresión de inteligencia

El humor en los niños con altas capacidades suele ser más avanzado que el de sus pares. Son capaces de captar ironías, dobles sentidos y juegos de palabras que otros niños de su edad pueden no entender.

Un ejemplo típico es un niño que hace bromas basadas en conceptos matemáticos o científicos, sorprendiendo incluso a los adultos con su capacidad para captar matices.

6) Alta sensibilidad sensorial

Algunos niños con altas capacidades muestran una sensibilidad sensorial superior, percibiendo olores, sonidos o texturas con mayor intensidad. Esto puede ser una ventaja en actividades artísticas o creativas, pero también una fuente de incomodidad en entornos ruidosos o caóticos.

7) Ritmo desigual de desarrollo: la "asincronía" en las altas capacidades

Otro aspecto que desconcierta a muchos padres es la asincronía: mientras que el desarrollo intelectual de estos niños puede ser muy avanzado, su desarrollo emocional o motor puede estar en línea con el de su edad cronológica.

Por ejemplo, un niño de ocho años podría discutir con soltura sobre física cuántica, pero frustrarse fácilmente si pierde en un juego de mesa. Esta discrepancia puede generar retos sociales y emocionales.

8) Intereses intensos y especializados

A menudo, los niños con altas capacidades se 'obsesionan' con un tema específico, dedicándole horas de investigación y estudio. Puede tratarse de dinosaurios, astronomía, química o cualquier otro campo que despierte su interés.

Un caso ilustrativo sería el de un niño que, tras leer sobre volcanes, decide construir un modelo en casa, investigar sobre las erupciones más importantes de la historia y presentar un informe detallado a su familia.

Foto | Portada (Freepik)

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