René Merino (Madrid, 1980), (@rene_estamal) es un ilustrador nacido en Madrid y papá reciente, a quien le encanta contar cosas con dibujos. "Creo que mis ilustraciones hablan mejor que yo de mí, y no siempre", bromea.
Ha publicado tres libros con la editorial Lunwerg (Grupo Planeta): "Está mal, pero se puede empeorar", "Un día ocurrió. Microcuentos" y "Todo saldrá bien, a veces".
Ahora acaba de publicar su nuevo libro, "No se admiten devoluciones", un entrañable testimonio en clave de humor que desmonta mitos sobre la paternidad. Le hemos entrevistado y nos ha contado cómo se inspira y cómo le ayuda el humor a encarar la paternidad y la vida en general.
No se admiten devoluciones (Humor)
BYM. Has conseguido contar una experiencia tan compleja, fantástica y dura a partes iguales, como es la paternidad, de forma divertida y amena, pero sin perder la sensibilidad. ¿Cómo te ha ayudado el humor a afrontar esta etapa en tu vida?
R.M. Me ha ayudado y me ayuda mucho en esta etapa pero también en mi vida en general. Siempre trato de abordar todos los temas con humor, o la mayoría de ellos. Incluso en los peores momentos viene muy bien porque es una forma de hacerlo todo más llevadero. Sienta muy bien reírse a veces de las situaciones críticas, donde uno está al límite.
BYM. ¿En qué te has inspirado para escribir el libro, o cómo te llega la inspiración? Imagino que son vivencias reales…
R.M. Sí, justamente. Lo que me gusta en realidad es hablar de lo que me sucede. No pretendía hacer un libro sobre la paternidad, no tenía este objetivo específico, sino que en general dibujo sobre lo que veo alrededor, sobre las cosas que vivo. Y claro, en este momento de mi vida lo más importante que me está pasando es esto, y es por eso que he dibujado sobre esto.
Sobre la inspiración, en realidad siempre estoy "alerta"; llevo siempre una libreta y voy apuntando cualquier cosa que veo, que me sugiere algo o que me hace gracia. La tengo también en la mesita de noche, no sé por qué por la noche se me ocurren bastantes ideas, en ese momento en el que estás a punto de dormirte y la cabeza va como en piloto automático. Y no es raro que en plena noche me despierte a apuntar alguna idea.
BYM. Dices que el libro es “para mamás y papás novatos y graduados y humanos en general”. ¿Qué encontrarán en él?
R.M. Se pueden ver reflejados en muchas de las situaciones, porque trato de contar con humor algunas de las situaciones que se hacen más duras o más pesadas en los primeros meses de la crianza, en los primeros meses del embarazo, o incluso en los meses previos al embarazo, en esos momentos de búsqueda del bebé.
Creo que se pueden reconocer en muchas de las situaciones porque al final, los que hemos vivido esta experiencia seguramente empaticemos con muchas de las cosas que no solo me pasan a mí, sino que nos pasan a cualquiera.
Y también creo que no es necesario ser papá o mamá para leer el libro. Me gusta pensar que conecto, no solo a través de lo que cuento, sino también a través de la emoción y del humor, y eso es algo que te puede llegar independientemente de si estás viviendo la paternidad o maternidad.
BYM. ¿Cómo definirías en dos o tres palabras tu paternidad?
R.M. Me sería completamente imposible... quizás me pongo un poco cursi aquí, pero sería como intentar definir en dos o tres palabras el mar, o el estado del mar en un año. ¿Cómo ha estado el mar este año? Pues imagino que cada día de una manera, y dentro de cada día, de mil maneras diferentes.
Pues esto es lo mismo... No sería capaz de describirlo de una manera. Se pasa por tantos estados distintos... y ocurren tantas cosas, que es indefinible, pero justo esto es parte del encanto, que sea una aventura en constante cambio.
BYM. ¿Qué es para ti lo más duro de la paternidad? ¿Y lo más divertido?
R.M. Así sin pensarlo demasiado te diría que lo más duro es toda la renuncia que haces a nivel personal; tus prioridades desaparecen. Todo lo que te apetece hacer normalmente, no lo puedes hacer igual, al menos el primer año de vida que es tan exigente; no tienes tiempo, hay una pérdida grande de esa intimidad e independencia, y luego también es muy duro a nivel físico.
Hay bebés que duermen más y otros menos, pero yo creo que en general las noches son duras, cuando los bebés están malitos o duermen poco. Nosotros no nos podemos quejar, estamos en un término medio, pero creo que sería eso.
Lo más divertido es todo, sobre todo a partir del sexto mes, que ya hay más interacción con la mirada y son más conscientes del entorno (nuestra hija ahora tiene un año). Me muero de amor y de risa con cada palabra nueva que dice, con la manera que tiene de ver el mundo, todo es nuevo para ella, y eso hace que tú también mires todo de una forma diferente, a través de sus ojos. Redescubrir todo lo que te rodea, a través de ella, es alucinante y realmente divertido.
BYM. ¿Recuerdas alguna anécdota como “padre novato” que quieras compartir?
R.M. Una que no sé si es muy divertida pero con la que quizás muchos papás y mamás pueden conectar: las primeras semanas fueron muy duras, mi pareja tuvo mastitis, la niña no comía y no dormía nada, lo recuerdo como algo infernal.
Y yo no soy una persona creyente ni católica pero sí recuerdo una de esas noches (llevábamos prácticamente cinco noches sin dormir), que me puse a rezar de la desesperación, y también hice una búsqueda en internet (que aparece en el libro), una búsqueda real de: "¿cuánto tarda una persona en morir por falta de sueño?" (se ríe), por curiosidad.
Y otra cosa más ligerita; el otro día mi hija dijo por primera vez "caca", y me hizo tantísima ilusión (porque a mí me hace mucha gracia todo lo que tiene que ver con la caca), que me puse a pegar unos saltos y unos gritos tan grandes de felicidad que claro, la niña se tiró toda la tarde diciendo "caca", porque pensó oye "aquí pasa algo, a papá le ha gustado mucho esto".
Creo que estuvo tres horas así, cada vez que me miraba decía "caca". Que la niña decía muchas otras palabras además de caca, pero yo esta la había estado esperando durante mucho tiempo (se ríe).
BYM. Sobre tu libro dices que en él hablas de “dar el salto, de aquello que no nos cuentan, de los miedos y de las preocupaciones, pero también de las alegrías y de los sentimientos desbordantes que se experimentan por primera vez”. ¿Qué es lo que no nos cuentan de la paternidad? ¿Y los miedos que surgen durante ella?
R.M. Yo creo que en general se tiende a edulcorar o a suavizar bastante todo lo que tiene que ver con la crianza, que por supuesto que hay un montón de libros y de expertos que cuentan las cosas tal y cómo son, pero yo creo que la cara visible que hay en la sociedad, lo que te suele llegar de la televisión, la publicidad o las redes sociales, tiende a dulcificar o a mostrar solo la parte positiva (lo bonitos que son los bebés, lo bonito que es tener a un bebé cerca y disfrutar de él...).
Pero no se muestra, o sí pero poco, todo lo otro, toda la demanda física, la falta de sueño, el cambio de vida tan grande, ese choque, el impacto tan grande que tiene la llegada de un bebé en una pareja (creo que de eso se habla poco). Porque luego uno tiene que reconstruir y reconquistar muchas partes y áreas de su vida, de la intimidad de la pareja...
No solo me refiero a la sexualidad, sino a recuperar el tiempo juntos, porque sobre todo el primer año es muy difícil, esos momentos a solas para ir a cenar o pasar tiempo juntos.
BYM. Finalmente, ¿qué es para ti lo más bonito de ser padre?
R.M. No sabría decirte, o si hay una cosa puntual... es algo tan intangible, es una emoción tan profunda, que me sería imposible de explicar. Yo por ejemplo, he estado mucho tiempo deseando que mi hija fuera a la escuela infantil para poder trabajar por la mañana (estos meses me ha resultado muy difícil sacar adelante el trabajo), y ahora que está ahí, cuento los minutos para ir a recogerla.
Y cuando la cojo en brazos, esa sensación de haber estado toda la mañana sin ella... esa sensación a la que me refiero, que es indescriptible, creo que expresa muy bien eso que quiero decir y que no sé decir, que es lo más bonito de ser padre.
Muchísimas gracias por tu tiempo y tu interesante testimonio, ¡René!
Fotos | Portada y fotos (René Merino | viñetas del libro "No se aceptan devoluciones")