Cada generación viene con sus propias creencias sobre el estilo de vida que se debe tener. Ejemplo de ello es cómo cada generación aborda el trabajo o el ritmo de las actividades del día a día.
Mientras que generaciones anteriores se centraban en la cultura del trabajo y el esfuerzo, donde estar ocupado y ser productivo era algo esencial, en el caso de los más jóvenes la cosa es muy distinta.
Hablamos de lo que se conoce como "soft life", el estilo de vida que los millennials y la generación Z han elegido.
Una vida más tranquila y relajada
"Soft life" literalmente se traduce como "vida suave", pero bien podríamos referirnos a ello como "vida tranquila", pues se trata de un movimiento que aspira a llevar una vida relajada y sin complicaciones, donde la paz y la relajación son más importantes que el ajetreo y las demandas de la vida moderna, normalizados por generaciones previas.
A diferencia de esa cultura que decía que debías estar siendo siempre productivo para tener mayor valor, la "soft life" hace énfasis en el confort, priorizando ante todo la salud mental y el bienestar personal por encima de las expectativas sociales.
Estos son los principales conceptos que promueve este estilo de vida, que nos hacen ver por qué cada vez adquiere más adeptos:
1) El autocuidado ante todo
Practicar la "soft life" es poner un fuerte énfasis en el autocuidado, colocándolo en la parte más alta de la lista de prioridades individuales, como cuidar la salud física y mental, con actividades que relajen y que ayuden a mejorar el bienestar en general.
Esto incluye prácticas como la meditación, el ejercicio regular y una dieta equilibrada, pero también considera como esenciales el tiempo para ellos mismos y las actividades que les hacen felices, incluso si estas no son productivas en lo absoluto.
2) Menores niveles de estrés
Entre los objetivos principales de esta corriente, además de promover el bienestar físico y emocional como los aspectos más importantes, es que la "soft life" tiene también como propósito ayudar a reducir el estrés que durante muchos años ha caracterizado a la vida adulta.
Los jóvenes no quieren seguir el ejemplo que vieron en padres y abuelos, enfocándose en aplicar prácticas que les ayuden a tener menos estrés, como establecer límites claros y saludables, así como a evitar situaciones o personas que no aporten a su vida.
3) La vida personal, más importante que el trabajo
Que el trabajo debe ser importante es algo que seguramente tenemos todos muy claro. Después de todo, es lo que debemos hacer para sobrevivir. Pero a diferencia de generaciones previas, donde éste estaba incluso por encima de las necesidades personales, los jóvenes tienen claro que hay cosas más importantes que la vida laboral.
Por un lado, se rechaza esa noción de tener que estar siempre corriendo y lleno de actividades hasta sentirse quemado, mientras que por otro, se ve el trabajo como algo "extra" en su vida, y no lo que rige todo en ella. Los horarios de trabajo se respetan y los límites entre trabajo y vida personal se dejan en claro.
En general, la "soft life" es algo que a los jóvenes y adultos millennials y de la generación Z les encanta, pues es una respuesta al estilo de vida frenético que muchos vieron en sus padres, ofreciendo otra manera de vivir la vida de una manera más feliz y saludable.
Foto de portada | Cristian Rojas en Pexels