Expertos de Harvard dicen que las amistades traen la felicidad, pero sabemos que no siempre es así. Lo más importante para hacer amigos de verdad es esto

Expertos de Harvard dicen que las amistades traen la felicidad, pero sabemos que no siempre es así. Lo más importante para hacer amigos de verdad es esto
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Como explicamos en su día, un estudio de Harvard que siguió la vida de más de 700 personas a lo largo de 80 años demostró que ni el dinero ni el éxito son la clave de la felicidad, sino la calidad de nuestras relaciones humanas.

Según esta investigación, es importante tener al menos una o dos relaciones de apego seguro. Por lo menos así lo defiende Robert Waldinger, psiquiatra estadounidense y cuarto director de este estudio, y así lo ha expuesto en su ponencia para la serie Aprendemos Juntos, de BBVA.

Así, las amistades son importantes...pero también sabemos que los amigos no siempre traen la felicidad, ya que esto depende de otras variables como los tipos de amigos, por ejemplo, y de que estos amigos sean amigos verdaderos. Pero, ¿cómo hacer amigos de verdad? Os traemos algunas claves infalibles.

1) La autenticidad atrae autenticidad: sé tú mismo

Ser tú mismo, ser auténtico, no es solo un consejo común: es la base de cualquier amistad verdadera. Las personas se sienten atraídas por aquellos que no tienen miedo de mostrarse tal como son, con sus fortalezas, debilidades, peculiaridades...

Así que, trata de compartir tus pasiones, tus sueños y tus inseguridades. No trates de encajar en un molde o de ser lo que crees que los demás esperan de ti. Cuando eres auténtico, permites que los demás también lo sean, creando un espacio donde la sinceridad y la conexión real pueden florecer.

2) Cultiva la empatía escuchando de verdad

La empatía no es solo ponerse en los zapatos del otro, es sentir con ellos. Para desarrollar esta habilidad, practica la escucha activa: presta atención a las palabras, pero también a los silencios, a las emociones que están debajo de lo que se dice...

No interrumpas ni pienses en lo que vas a responder mientras la otra persona habla. Haz preguntas que demuestren que te importa comprender su perspectiva. Este tipo de escucha multiplica la conexión y también ayuda a la otra persona a sentirse valorada y comprendida.

3) Invierte tiempo y constancia en el vínculo

Las amistades no se construyen de la noche a la mañana: requieren tiempo y una inversión continua. Esto significa estar disponible para la otra persona, no solo en momentos de diversión, sino también en situaciones cotidianas y, especialmente, en tiempos difíciles.

No basta con estar ahí cuando es conveniente; la verdadera amistad se nutre de la constancia, de esos pequeños gestos cotidianos que, acumulados, crean un vínculo fuerte. Un mensaje inesperado, una llamada para preguntar cómo va el día, o simplemente recordar algo importante para tu amigo, pueden marcar una gran diferencia.

4) Ofrece un apoyo genuino y alégrate por sus logros

La verdadera amistad implica ser el apoyo del otro. Y, cómo introducíamos, no se trata solo de estar ahí en los momentos difíciles, sino de ser una fuente constante de aliento y celebración en los buenos momentos.

Cuando tu amigo atraviesa un momento complicado, ofrécele tu tiempo, tu hombro, y tu energía sin esperar nada a cambio. Pero igualmente importante es estar ahí para celebrar sus alegrías o logros, grandes o pequeños.

Por otro lado, recuerda que un amigo de verdad no siente envidia del éxito del otro (o si la experimenta, no es una envidia tóxica), sino que lo celebra como si fuera propio, porque entiende que el crecimiento de uno es también el crecimiento del vínculo entre ambos.

5) Respeta los límites y valora las diferencias

Finalmente, ten en cuenta que una amistad sana se basa en el respeto mutuo, y esto incluye reconocer y aceptar las diferencias. No intentes moldear a tu amigo según tus expectativas o ideales. Cada persona es única, con sus propias creencias, hábitos, límites, carencias...

Aceptar estas diferencias, e incluso apreciarlas, es lo que enriquece una amistad. Además, es importante respetar los límites que la otra persona marca, ya sean emocionales o físicos. Respetaros mutuamente hará crecer la confianza, y la confianza es el pilar sobre el que se construyen las relaciones más valiosas.

Foto | Portada (Freepik 1 y Freepik 2; montaje propio)

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