Los países nórdicos siempre se encuentran en los primeros puestos en la clasificación del Informe Mundial sobre la Felicidad, encabezados por Finlandia, que ha tenido el puesto número uno desde hace varios años.
Además de tener mejor calidad de vida en general, los habitantes de estos países se caracterizan por seguir filosofías de vida muy enfocadas al bienestar y la felicidad. Así lo comenta Frank Martela, psicólogo finlandés e investigador de la felicidad.
De acuerdo con él, hay cuatro frases clave que se usan todos los días en Finlandia, y que reflejan la manera en la que abordan la vida en el país más feliz del mundo.
"Quien tiene la felicidad debería esconderla"
Martela comparte que en Finlandia se cree que si has encontrado la felicidad (o el éxito), no deberías mostrarla o presumirla. Aunque quizás esto puede sonar un poco extraño, esta frase finlandesa tiene una explicación que tiene mucho sentido:
"Este dicho, acuñado por el poeta nacional de Finlandia, Eino Leino, proviene del temperamento nacional modesto. Las exhibiciones abiertas de riqueza y éxito son rechazadas aquí", explica Martela. "Rara vez verás coches lujosos o caros en las calles. Incluso los directores ejecutivos y los tiburones financieros tienden a conducir aburridos Volvos y Volkswagens en lugar de algo que los haga destacar".
Los finlandeses, y los habitantes de los países nórdicos en general, suelen ser personas tranquilas, en su mayoría introvertidas y con gustos y placeres sencillos, que practican filosofías más enfocadas a disfrutar el momento presente y las pequeñas alegrías, restándole importancia a lo material. Esto es algo que ayuda a evitar que haya comparaciones de este tipo entre los finlandeses, que tienden a ser ajenos a sentimientos como la envidia, sintiéndose más contentos con sus propias vidas.
"El pesimista nunca quedará decepcionado"
"Este es un viejo dicho finlandés sin un origen claro. Siempre ha sido una constante cultural", explica Martela. En Finlandia saben que la vida no es perfecta y que las vivencias poco agradables, que suelen ir acompañadas de sentimientos como el dolor o la decepción, son parte de la experiencia humana. "Esto no es algo que nos asuste porque sabemos que tenemos las herramientas necesarias para sobrellevar emocionalmente estos desafíos".
Aceptar que la vida tendrá contratiempos y malos ratos nos ayudará a entender que, si bien no es posible evitarlos, sí que podemos prepararnos para ello y nos hace recordar que las situaciones negativas siempre pueden mejorar.
"Cada uno es el herrero de su propia felicidad"
Aunque este dicho tiene sus raíces en la antigua Roma, en la frase 'Faber est suae quisque fortunae' (Cada hombre es el artesano de su propia fortuna), en Finlandia la tienen muy incorporada.
Su significado es muy claro y sencillo: la felicidad es algo que nosotros mismos vamos construyendo y por la que debemos esforzarnos o trabajar. "No nos será entregada en bandeja de plata", comenta Martela, quien también explica que si bien es algo que está en nuestras manos, no debemos olvidar que la felicidad también es la suma de las personas que nos rodean:
"En el hockey sobre hielo, uno de los deportes más populares de Finlandia, si juegas de centro, debes esforzarte por marcar goles. Sin embargo, si tus alas y defensores no te pasan el puck, te quedarás solo. Necesitamos tanto nuestro propio esfuerzo como el apoyo de nuestra comunidad para tener éxito".
"Algunos tienen felicidad, todos tienen verano"
Finalmente, esta expresión que ha sido transmitida entre los finlandeses por más de 100 años: "Los finlandeses sabemos que, sin importar la situación, siempre puedes contar con una cosa: tarde o temprano, el verano llegará para todos nosotros", explica Martela.
Esta expresión es un recordatorio de que hay muchas cosas que están fuera de nuestro control, en las que no podemos influir ni las podemos cambiar. Sin embargo, no tiene sentido envidiar lo que otros tienen cuando estamos pasando un mal rato: "Mañana puede que otra persona esté pasando por un mal momento, mientras algo encantador llega a tu vida".
No podemos ser felices 24/7 porque es imposible, pero el hecho de que no lo seamos en un determinado momento (y otras personas sí), no nos debe hacer olvidar que todos, eventualmente, estaremos mejor.
Foto de portada | Priscilla Du Preez en Unsplash