Para nadie es un secreto que concentrarnos nos cuesta mucho más que antes. Vivimos tan sobre estimulados, que cosas tan simples como leer un libro o ver una película, ahora requieren que hagamos un esfuerzo consciente. Lo que mucha gente no sabe es que existen alimentos que nos pueden mermar más aún la memoria y la concentración.
Uma Naidoo, psiquiatra de Harvard y Directora de Psiquiatría Nutricional en el Hospital General de Massachussetts, es una fuerte defensora del "somos lo que comemos" y trabaja divulgando acerca de las formas en que la comida puede influir en nuestra salud mental. Ella afirma que una dieta basada en vegetales puede mejorar nuestro estado de ánimo, además de ayudar a tratar y prevenir una amplia gama de problemas psicológicos y de salud cognitiva, desde el TDAH hasta la ansiedad, la depresión, el TOC y otros.
A través de uno de sus libros, llamado "Lo que la comida le hace a tu cerebro", explica cómo las bacterias intestinales pueden desencadenar procesos metabólicos e inflamación cerebral que impactan la memoria y la salud cerebral. Según su experiencia, estos son los alimentos que deberíamos evitar si tenemos problemas de memoria y concentración.
Lo que la comida le hace a tu cerebro: Una guía indispensable para conocer los alimentos que combaten la ansiedad, la depresión, el TDAH y otras enfermedades mentales (Bienestar, salud y vida sana)
Alimentos que afectan la salud cerebral
Azúcar refinado
Aunque la glucosa es una fuente fundamental de energía para el cerebro, es importante elegir cuánta y de dónde la extraemos. Una dieta alta en azúcar se relaciona directamente con deficiencias en la memoria y menos plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
Por eso debemos evitar alimentos como refrescos, galletas, bollería industrial y cualquier otro ultraprocesado, ya que tienen un altísimo contenido en este ingrediente.
Alimentos fritos
Un estudio publicado por Cambridge University Press y realizado con un grupo de 18.080 personas,encontró que una alimentación que incluye alimentos fritos y carne procesada se asocia con un nivel cognitivo más bajo y menos capacidad de concentración con respecto a personas que siguen una dieta rica en vegetales. Esto se debe a la inflamación que producen en el cuerpo, en parte debido a que en este tipo de preparaciones se utiliza aceites de poca calidad.
Sin embargo las consecuencias de tener una dieta alta en fritos no termina ahí: en otro esudio realizado por el Nippon Medical School con una muestra de 715 personas encontró que consumirlos con frecuencia se asocia con una mayor tendencia a la depresión.
La doctora Naidoo relaciona estos resultados con el efecto inflamatorio que genera este tipo de alimentos, ya que el tipo de grasas que contienen puede dañar los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Ella recomienda reducir progresivamente su consumo hasta eliminarlos definitivamente.
Carbohidratos de alto índice glucémico
Que un alimento tenga un índice glucémico alto quiere decir que, al consumirlo, eleva rápidamente la glucosa en sangre y actúa dentro del organismo de la misma forma que si comiésemos azúcar, con su correspondiente efecto en la capacidad de concentrarse. Dentro de este grupo se encuentra la cerveza, las harinas de trigo y maíz, arroz, miel, zumo de naranja y patatas, entre otros.
Sin embargo no se trata de eliminar los carbohidratos de la dieta, sino elegir aquellos que son de buena calidad, como los cereales integrales y aquellos con alto contenido en fibra, incluyendo frutas y verduras frescas.
De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Navarra encontró una relación inversa entre el consumo de carbohidratos de mejor calidad y la posibilidad de sufrir depresión.
Bebidas alcohólicas
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, es decir, ralentiza la actividad cerebral. Al consumirlo, este interfiere en las vías de comunicación del cerebro y puede producir problemas de concentración, una disminución en las funciones motoras, en la visión, la audición y en la memoria.
Aunque todos sabemos que el consumo excesivo de alcohol causa una disfunción aguda y crónica del cerebro, una dosis que se considera "baja", también afecta sus funciones más básicas.
Carnes curadas
Aunque los nitratos están presentes en verduras de hoja verde como la espinaca y la lechuga, estos compuestos también se utilizan como conservantes y para curar carnes y otros alimentos perecederos. En el cuerpo humano estos reducen la capacidad de los glóbulos rojos para llevar oxígeno.
Adicionalmente, estos alimentos suelen contener una gran cantidad de sal, un ingrediente que puede llegar a aumentar la presión arterial y por consiguiente afectar directamente a la memoria.
Un estudio reciente sugiere que los nitratos pueden alterar las bacterias intestinales y a su vez modificar el comportamiento hacia un trastorno bipolar (elevación del estado anímico, irritabilidad o efusión persistente).
Aunque la OMS solo ha alertado acerca de la relación entre las carnes procesadas y el cáncer (otro motivo más para reducir el consumo de este tipo de alimentos), y no menciona la relación entre estas y las funciones cerebrales, la doctora Naidoo recomienda directamente disminuir su consumo y buscar alternativas más saludables a las carnes curadas, como las opciones veganas.