Historias tan conmovedoras como la de Hayley Wilde, una chica de 20 años que ha sido madre después de estar al borde de la muerte, ayudan a alentar a muchas mujeres que padecen anorexia enseñándoles que existe una luz al final del túnel.
Nadie, y mucho menos ella misma, creyó que algún día podría convertirse en madre. Sufre anorexia desde los 11 años y su peor momento fue a los 16, cuando los médicos le daban apenas una semana de vida.
Después de cuatro años sin menstruación (la amenorrea es uno de los principales síntomas de la enfermedad) y de un largo tratamiento, Hayley ha recuperado la sonrisa y las ganas de vivir gracias a su embarazo y a su bebé.
Una anoréxica jamás puede descuidarse con la comida. El embarazo y el postparto, etapas en las que el cuerpo sufre una importante transformación tanto biológica como psicológica, son momentos claves para el desarrollo por primera vez o una recaída en este tipo de enfermedades.
Si bien la anorexia es un trastorno alimenticio crónico en el que no se puede bajar la guardia, en muchos casos la experiencia de convertirse en madre motiva a las mujeres que la padecen a curarse y a querer estar sanas por amor a su bebé.
El amor, y la maternidad es puro amor, es capaz de mover montañas.
Vía | Infobae En Bebés y más | Anorexia y bulimia después de dar a luz En Bebés y más | Trastornos alimentarios, con el embarazo pueden mejorar o desarrollarse por primera vez