Las tres reglas no escritas que tengo con mi pareja para evitar discusiones tontas que desgastan la relación

En toda relación de pareja habrá desacuerdos y momentos no agradables en los que haya alguna fricción o discusión. Esto no es necesariamente negativo, pues ninguna relación es perfecta y tener diferencias o desacuerdos también es parte de una dinámica saludable, en la que se hace el esfuerzo por trabajar en equipo y resolver los problemas juntos.

El detalle está en el tipo de discusiones que se tengan, pues no es lo mismo tener diferencias en un tema serio e importante, en el que eventualmente llegaremos a algún acuerdo; que discutir por cosas tontas y que están mas relacionadas con el orgullo o una competencia sin sentido.

Desde luego, para lograr evitar esto último es esencial tener como base una comunicación abierta y sincera como pareja. Estas son nuestras tres reglas no escritas, que nos han ayudado a evitar tener discusiones tontas que pueden desgastar la relación.

1) Hacer una pausa antes de hablar

Durante una discusión, especialmente si se trata de una en la que estamos hablando de un tema sentible o importante para uno de nosotros, es fácil dejarnos llevar por nuestras emociones y decir cosas de manera impulsiva, muchas veces con la finalidad de querer tener la razón o la última palabra.

Hacer una pequeña pausa antes de hablar o responder, incluso si ésta dura solo un par de segundos, nos ayuda a respirar para centrarnos y calmarnos, ayudando a evitar que la situación escale. Así, nos tomamos un momento para considerar lo que realmente queremos comunicar y cómo hacerlo de manera respetuosa y efectiva.

2) Decir las cosas claras y directas

Creo firmemente que la causa de muchas discusiones de pareja es un simple malentendido que pudo haberse evitado. Decir indirectas o lanzar algún comentario con una intención oculta es algo que no practicamos en mi relación de pareja (a menos que estemos bromeando y sea con el afán de que ambos podamos reír un rato).

Si algo nos molesta, preocupa o incluso si queremos pedir algo, lo decimos de manera clara y directa. Tener claridad en nuestra comunicación de pareja no solo nos ha ahorrado malentendidos, sino que también ha fortalecido nuestra confianza mutua.

3) Recurrir al humor

Quizás esto pueda sonar como que no tomamos las cosas en serio, pero en realidad se trata de algo a lo que recurrimos cuando nos damos cuenta que no es necesario dramatizar situaciones que, en el fondo, no lo ameritan y hace el ambiente menos tenso.

Un comentario gracioso, una broma en el momento adecuado o incluso reírnos de nosotros mismos cuando estamos siendo demasiado serios, ha sido una manera de recordar que no todo es tan grave o tan serio como parece y que ambos podemos ser flexibles.

Aunque quizás no es necesario aclarar esto, queremos recordar que no es lo mismo reírse juntos de algo que reírse o burlarse del otro. Lo primero es recomendable para aligerar tensiones y recordarnos no tomar la vida tan en serio, mientras que lo segundo debe intentar ser evitado siempre.

Foto de portada | Lucas Duraes en Pexels

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