Todos, tarde o temprano y en algún punto de nuestra vida, vamos a fracasar en algo. Y no digo esto por ser pesimista, sino porque es una realidad. El ser humano no es perfecto y las cosas no siempre nos saldrán bien a la primera (y quizás ni a la segunda ni a la tercera).
Pero no debemos permitir que los fracasos que tengamos -sean muchos o pocos, grandes o pequeños- nos derriben por completo. Y para ello, una profesora de Stanford y Premio Nobel nos comparte un truco que nos ayudará a sobrellevar mejor los fracasos.
Carolyn Bertozzi, quien recibió el Premio Nobel de Química en 2022 y cuyas innovaciones han avanzado la investigación en inmunoterapias contra el cáncer, recientemente participó en una serie de conferencias y entrevistas organizados por la universidad de Stanford, en donde compartió su experiencia profesional con los estudiantes.
Además de hablar de su trayectoria profesional, durante su participación en este evento se le pidió a Bertozzi que compartiera algunos momentos de su carrera, incluyendo alguno en el que se hubiese sentido frustrada o haya tenido alguna investigación que fracasó.
La Premio Nobel de Química procedió a compartir que ella pone la palabra "fracaso" entre comillas, un truco que le ha ayudado a no desmotivarse y seguir perseverando:
"Los 'fracasos' los pongo entrecomillados porque en la investigación no son realmente un fracaso: quizás teníamos una hipótesis, hicimos experimentos para probar esa hipótesis y estábamos equivocados, y nuestros experimentos y los datos van en contra de esa hipótesis y tenemos que revisarla", explica Bertozzi.
"A veces las personas encuentran eso frustrante. Pueden llamarlo 'fracaso', pero es simplemente parte de la experiencia de aprendizaje. Y no hay forma de que puedas llegar a lo que llamarías un 'éxito' si no has tenido ya todo el aprendizaje de esos 'fracasos'".
No escondas los fracasos. Colecciónalos y aprende de ellos
Ella explica que incluso tiene un archivo con todos esos "fracasos" a los que se ha enfrentado en múltiples ocasiones, como ha sido al momento de enviar artículos a revistas académicas y que éstos hayan sido rechazados en más de una ocasión:
"Cuando lees una publicación científica de mi laboratorio puedes pensar que es algo impresionante y es un momento de celebración, pero puedes estar completamente seguro de que los autores de esa publicación fallamos, y fallamos, y fallamos durante años, hasta que finalmente convergimos en una historia que creemos que tenía sustento y que los datos respaldaban, y luego la publicamos", señala.
"Tienes que abrazar nuevas hipótesis y en lugar de sentirte mal por lo que no conseguiste o lo que no funcionó, intenta celebrar lo que tienes y lo que sí funciona".
Y lo que comenta Bertozzi es muy cierto: es difícil decir que hemos logrado el éxito si no hemos tenido algunos fracasos en el camino. Después de todo, el hecho de que hayamos fracasado es evidencia de que lo hemos intentado y, como ella señala, esto también es parte del aprendizaje.
Más que ver los fracasos como algo enteramente negativo y permitir que nos consuman o desalienten, intentemos ver el aspecto positivo de ello como lo menciona Bertozzi: quizás nos equivocamos, pero ese fallo también nos puede acercar aún más a lo que deseamos alcanzar.
Foto de portada | Cmichel67 con licencia Creative Commons CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons