Una niña de 22 meses podría haber sufrido hasta 30 mordiscos en la guardería a la que acude diariamente. Los padres, como supongo que haríamos todos, han denunciado en Comisaría las agresiones que sufrió su hija, porque consideran que las mordeduras y golpes que la niña recibió demuestran que nadie estuvo pendiente de la niña durante un buen rato.
Todo sucedió hace una semana, cuando avisaron al padre porque la niña se encontraba mal. Al ir a recogerla se dio cuenta de que la niña tenía algunas lesiones, que resultaron ser muchas más al quitarle la ropa.
Los responsables de la guardería no se han pronunciado todavía, así que sólo se conoce la versión del padre, que dado que tiene alguna contusión, cree que la niña podría haberse golpeado en la cabeza, quedando inconsciente, momento en el que algún otro niño aprovechara para morderla repetidamente.
Visita a urgencias
El padre llevó a la niña a Urgencias, donde en el informe quedó reflejado que “la pequeña presenta eritemas, erosiones lineales y hematomas múltiples en abdomen, zona periumbilical, ambos glúteos y toda la espalda”.
Como la niña aún lleva pañal, la historia se torna aún más violenta, porque la niña presenta lesiones incluso bajo el pañal.
Que no vuelva a ocurrir
Los padres han dejado claro que no quieren ninguna indemnización, ni que se tomen medidas contra nadie concreto del personal que trabaja en el centro, la escuela infantil La Alborada, sino que se trabaje para evitar que esto le pueda suceder a ningún otro niño.
La guardería, por su parte, ha dado parte a la inspección educativa de lo sucedido pero, como digo, aún no han ofrecido su versión de los hechos.
El centro cuenta con 90 niños en sus instalaciones y al parecer salen todos al patio a la misma hora. Parece ser que se está hablando de fraccionar el grueso total de niños en varios grupos, para que salgan menos y puedan vigilarse mejor.
Mientras tanto, los padres han solicitado un traslado a otro centro, que no les ha sido autorizado, por lo que la niña tendrá que seguir yendo a la misma escuela infantil.
Tengo mis dudas
Si esto es cierto, el niño agresor (o niña) se quedó bien ancho. La niña recibió por todas partes y las cuidadoras debían estar desaparecidas en combate. Si esto es cierto, espero que realmente la niña estuviera inconsciente y no se diera cuenta de la que le caía encima, porque de no ser así, miedo me daría a mí acercarme a las puertas de la guardería y ver la cara del niño que trató de comerme.
El problema, y no digo que sea mentira, es que la imagen que podéis ver arriba, en la que vemos la espalda y el culito de la niña, me hace dudar. Aunque algunas lesiones sí parecen mordeduras, otras no lo parecen. De hecho, fijándome en la “mordedura” que tiene en el centro de la espalda, me cuesta creer que se pueda hacer una mordedura tan perfecta, tan circular, en un lugar donde apenas hay dónde morder (no hay mucha chicha que coger, es la zona de la columna). Además, que haya lesiones en el culete, donde había un pañal, parece totalmente ilógico. ¿El niño mordió el pañal y también la nalga? ¿Apartó el pañal para morder directamente? ¿Por qué iba a hacer eso si tenía muchas más zonas donde morder?
No sé, me da la sensación que son algún tipo de lesión en la piel provocada por algún virus, aunque no afirmo nada porque tampoco sé de cuándo es la foto (si es del día en que sucedió, casi imposible que sean mordeduras, si es unos días después, podrían ser mordeduras y golpes, porque ya han salido los “morados”).
A ver si se aclara el asunto, pero si se confirma que son lesiones producidas por otro niño me surgen dos preguntas: ¿De dónde ha salido ese niño (o esos niños)? ¿Dónde demonios estaban las educadoras?
Vía y foto | Diario información
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