Este es un dilema al que se enfrentan los padres cuando llega el momento de la incorporación al trabajo después de la baja maternal. ¿Quien cuidará del bebé? ¿Optamos por los abuelos canguros?
Partiendo de la base de la insuficiente baja maternal española y de las terribles dificultades con las que se encuentran las mujeres cuando deciden alargar el tiempo que pasan con sus bebés pidiendo una excedencia o una reducción de jornada, con nadie estaría el bebé mejor que con su mamá. Pero las condiciones económicas muchas veces lo hacen imposible y hay que tomar la dificil decisión de dejar al bebé al cuidado de otra persona.
La primera opción es hacer cuentas y dejar de lado cualquier gasto superfluo. El ocio es prescindible cuando pensamos en el bienestar de nuestro hijos. Pero la realidad manda y para la mayoría por muchas cuentas que se hagan no hay otra solución que seguir trabajando. Y dejar al niño con la familia es una idea que tranquiliza a muchos papás y mamás.
En algunos casos es posible hacer jornadas compatibles si se tiene una ocupación a turnos y quedarse por la mañana uno de los progenitores y otro por la tarde. Es una opción a valorar.
Si nada de esto es viable llega el momento de elegir a la persona que va a cuidar al niño en nuestra ausencia. Muchas familias españolas siguen recurriendo a los abuelos para cubrir esta necesidad. Para muchos de ellos, si les gustan los niños, están desocupados y tienen fuerzas, quedarse con los nietos es una enorme alegría. Y los niños refuerzan sus lazos familiares y reciben esa atención de su “tribu”.
Esto puede ser maravilloso, pero también presenta problemas posibles. El primero, aunque los abuelos quieran, es considerar si las pautas básicas de crianza son compatibles. Y aun así, los padres y los abuelos deben hacer un esfuerzo para redefinir sus roles. Son los padres quienes tienen que tener la última palabra en cosas como la educación, la alimentación y la crianza. Los abuelos deben tener la suficiente madurez para respetar esto y no meterse demasiado en la vida de la pareja.
Las abuelas, principalmente, suelen ser las que asumen la responsabilidad del cuidado del pequeño, aunque en mi caso, el abuelo lo hizo igualmente y se ha convertido en una figura importantísima en la vida emocional de mi hijo.
Cuando vayamos a proponer a nuestros padres el hacer de cuidadores del bebé debemos también ser muy responsables y no abusar de ellos. Un diálogo sincero puede ayudar a que nos digan de verdad si desean hacer esto, sin reproches si no se sienten con ánimos.
Que a nuestro hijo lo cuiden sus abuelos puede ser una fuente de tensión pero también, si nos entendemos, ofrecer al niño un ambiente familiar y cálido en el que no les va a faltar lo más importante: atención personalizada y mucho, mucho amor.
¿Pensaís que es una buena idea el pedir a los abuelos que hagan de niñera?