En mi casa se cena a las 19:00 y nunca volveremos al horario español por estas razones
Uno de mis "trucos" de organización favoritos (y entrecomillo porque más que un truco, es un hábito saludable), es la de tener unos horarios adecuados para las comidas. Partiendo de que tanto el desayuno como la comida las hacemos pronto (las niñas en el cole), la cena se rige por esa condición. Es por eso que en casa cenamos a las 19:00, y hemos descubierto tantos beneficios a nivel físico y emocional, que nunca nos plantearíamos volver a las costumbres que teníamos antes de ser padres.
Te obligas a preparar los menús con antelación
Pensar qué hacer de comer cada día es algo que a muchos nos agobia. Por eso me gusta hacerlo cada semana, apuntando lo que comeremos cada día y a partir de ahí, hacer la compra. Con este sencillo gesto ahorro mucho tiempo, dinero (no compro cosas innecesarias), y al ver de forma global el menú de la semana, evito caer en la repetición y en las "salidas fáciles" que generalmente suelen ser alimentos poco sanos.
Por eso el fin de semana solemos preparar algún puré que envasamos al vacío, algún caldo casero que rápidamente se convierte en una sopa, y siempre tenemos en la nevera opciones para hacer tortillas de verduras, o pescados y carnes blancas listos para hacer a la plancha.
Planificas mejor el día
Al hilo del punto anterior, cuando sabes que la familia cenará a las 19:00 ya sabéis qué se debe tener listo para esa hora (ya os he contado que en con mi marido funcionamos como un reloj suizo al haber criado desde el principio sin ningún tipo de ayuda, así que cuando uno no puede, el otro se encarga).
A partir de ahí, nuestra agenda se organiza para que a esa hora estemos preparados para cenar. Obviamente no se trata de una hora estricta porque con niños ningún día puede ser igual al anterior, pero intentamos que la cena sea siempre alrededor de esa hora.
En el caso de las extraescolares, la mayor solo tiene un día una en la tarde y la pequeña aún no asiste a ninguna. Ese día lo que hago es ofrecer fruta durante el desplazamiento a la pista y después vamos a cenar a casa: os garantizo que es el día que mejor comen. Claramente el que sean aún pequeñas facilita mucho las cosas, pero creo que tenemos una buena base para que a medida que crezcan, podamos lograr mantener esta costumbre.
Es una "cita" en familia que disfrutamos juntos
Comer en familia es mucho más importante de lo que pensamos y la cena tiene un valor adicional: es el momento perfecto para hablar de lo que nos ha sucedido durante el día y lo que nos espera al siguiente. Es un hábito maravilloso que deberíamos cuidar porque fomenta el diálogo con los niños desde que son pequeños.
No tengo que comer ni obligar a comer con prisas
Es muy injusto que tengamos que incluir a nuestros pequeños en esta vorágine de prisas en las que todos vivimos hoy día, y menos aún en un momento tan importante como es el de la comida en familia.
Si empezamos pronto, no vamos a estar mirando el reloj porque se hace tarde para ir a dormir, ni tenemos que meterles prisa a los niños para que coman -con las consecuencias que eso tiene en su organismo, y es un mimento que realmente disfrutaremos todos. Este sin duda es uno de los motivos por los cuales sin duda nos compensa muchísimo el cenar pronto.
Hacemos la digestión antes de ir a la cama
¿Alguna vez has cenado y te has ido directo a la cama? No te sientes incómodo al sentir que los alimentos ni siquiera han llegado al estómago? Pues a los niños también les sucede. Por eso tan importante como cenar variado y equilbrado, es hacerlo a una hora que le permita al cuerpo empezar a hacer la digestión. Esto tmbién influye positivamente en su descanso.
Disfrutamos de tiempo en pareja
El cenar pronto acarrea una serie de cosas que como familia nos viene muy bien: pasamos un rato divertido juntos, charlamos, comemos bien y tranquilos, algunas veces jugamos un ratito antes de ir a cepillarnos los dientes, leemos y cuando apagamos la luz de la habitación de las niñas, mi marido y yo aún tenemos tiempo para tumbarnos en el sofá a charlar y a ver la tele. Este tiempo es oro para nosotros como pareja.
La jornada laboral: una traba en la racionalización de los horarios familiares
Soy consciente de que nosotros tenemos mucha suerte de poder teletrabajar y poder organizar nuestros horarios en favor de nuestras hijas. Las 19:00 es precisamente la hora promedio en la que se empieza a salir del trabajo (presencial), y así es imposible tener una rutina familiar de acuerdo al horario europeo, y mucho menos poder contar con una verdadera corresponsabilidad en la crianza.
Como afirma ARHOE- la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, "Para avanzar en materia de racionalización de horarios, conciliación, igualdad y corresponsabilidad, se precisan cambios culturales profundos que deben abordarse tanto desde las empresas como desde el Gobierno", así que mientras esos cambios ocurren, las familias deberíamos hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para que los niños tengan unos horarios más apropiados y un descanso suficiente.
Sin duda el esfuerzo vale la pena (porque todo lo que aquí os he contado, por supuesto que lo supone). Cuando haces estos pequeños -grandes- cambios en la rutina de tu familia, de inmediato te das cuenta que los horarios españoles, y especialmente los de las comidas, son una locura, y que por el trabajo, la costumbre o la infinita agenda de actividades a la que hoy en día apuntamos a los niños, no priorizamos algo que debería ser lo habitual: cenar pronto y en familia.