Por qué no está en mis planes comprarle una tablet a mi hija
Actualmente la tecnología es parte de nuestra vida diaria, recurrimos a ella para apoyarnos en muchas cosas, como ponerle música suave a nuestros bebés para arrullarlos. Probablemente muchas personas ya no podemos imaginarnos una vida sin nuestro móvil o tablet, nos hemos hecho un tanto dependientes a ellos y a muchos nos cuesta desconectarnos un rato de ellos para convivir en el mundo real.
Algo que yo he visto como consecuencia de esto, es que muchos padres le prestan sus dispositivos a sus hijos para "entretenerlos" o incluso algunos les compran una tablet cuando aún soy muy pequeñitos. En lo personal, aunque dependo mucho de mi celular y tablet para mis trabajos, nunca me ha gustado ver a los niños metidos dentro de una pantalla. Aunque no juzgo a quienes lo hacen, comprarle una tablet a mi hija no está en mis planes y te explico por qué.
Mamá moderna e informada
Uno de los estereotipos que se tienen acerca de las madres de mi generación, las mamás millennials, es que vivimos metidas todo el tiempo en nuestro móvil y por lo tanto nuestros hijos, al ser nativos digitales igual que nosotras, crecen con una tablet en sus manos. Pero la realidad no es así.
Pese a que se tienen muchas ideas erróneas sobre nuestra generación, muchas madres nos preocupamos por mantenernos informadas y actualizadas acerca de los temas que hablen sobre el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos.
En mi caso, me gusta leer los estudios nuevos que publican acerca de estos temas, pues constantemente se están descubriendo cosas nuevas y muchas de ellas incluyen beneficios o desventajas que antes no conocíamos, por lo que considero importante estar un poco la pendiente de este tipo de noticias.
La tecnología es un apoyo, no una niñera
Realmente no tengo nada en contra de la tecnología, como comentaba al principio es mi herramienta de trabajo y recurro mucho a ella, pero estoy consciente que cuando se trata de los niños las cosas deben ser distintas.
Desde mi punto de vista, la tecnología puede ser una gran aliada si sabemos usarla a nuestro provecho y con medida. Recientemente la Academia Americana de Pediatría actualizó las recomendaciones acerca del uso de tablets, móviles y televisión por parte de los niños haciendo énfasis en que no solo se trata de limitar el tiempo de pantalla, sino de revisar los contenidos que miran nuestros hijos.
Lo cierto es que aunque podamos ganarle la batalla a la tecnología en casa, hay otros lugares en donde nuestros hijos pueden tener acceso a ella, como la casa de los abuelos o de algún familiar, los restaurantes que ahora colocan tablets en las mesas para que los niños jueguen e incluso los mismos compañeros de escuela, al prestarle sus dispositivos a nuestros hijos.
Considero que lo mejor que podemos hacer como padres es intentar no estresarnos y entender que la tecnología se encuentra en todas partes, y aunque claro que no debemos dejar de hacer lo posible por controlar y ser firmes con los tiempos de pantalla, debemos poner especial empeño en supervisar los contenidos a los que se exponen nuestro hijos.
Que si nuestros hijos van a tener su hora de televisión o tenemos que recurrir a prestarles el móvil o tablet porque no hay más opciones, asegurarnos de buscar programas o aplicaciones con contenido educativo y siempre estar a su lado. De este modo, además de asegurarnos que solo vean contenido apropiado para su edad, podemos reforzar y comentar las lecciones que pudo haber aprendido tras haber pasado el tiempo de pantalla.
Por qué decidí no comprarle una tablet a mi hija
En princiío, porque hay diversos estudios en los que se ha comprobado que el uso excesivo de móviles y tablets podrían tener graves consecuencias negativas en los niños. Uno de estos estudios nos decía que el uso de ellos podría estar afectando negativamente al desarrollo social y emocional de los niños.
Otra de las razones por las que he decidido no comprarle a mi hija de tres años una tablet hasta dentro de muchos años (quizás hasta la adolescencia o antes si es realmente necesario) es porque el hecho de que ella tenga que recurrir a mí para utilizar la tecnología hace más fácil que yo pueda supervisar lo que mira.
Muchos padres le regalan tablets a sus hijos esperando que éstas les ayuden a aprender cosas nuevas y comienzan prestándoselas un rato. Pero en algunos casos al aparecer un berrinche podemos caer en el "toma, pero cálmate" y darles la tablet. Es más fácil no ofrecérselas ni pelear por ella si no se tiene una para ellos, aunque aún así el 70% de los padres dejan sus tablets a los hijos.
En nuestro caso a mí me regalaron un iPad a principios de año, pero desde la primera vez que mi hija la vio le dije que era mía y que era una herramienta de trabajo para mí. Desde luego que ha habido situaciones en las sentí que no me quedaba más remedio que préstarselo un poco, pero por el momento, no considero necesario ni recomendado comprarle algo así a mi hija.
En Bebés y más | Las pantallas, enemigas del buen sueño infantil, El uso de tablets y móviles antes de los dos años podría retrasar el desarrollo del habla en los niños