Se acaba de celebrar el III Congreso Internacional y V Nacional de Hidratación, en donde numerosos expertos reunidos han vuelto a incidir en la importancia de incrementar la ingesta de líquidos durante el embarazo y la lactancia.
Los motivos de este incremento son diferentes en cada etapa, pero es fundamental cubrir los requerimientos del organismo para evitar la deshidratación y mantener un estado físico saludable. Por tanto, si lo recomendable es beber dos litros de agua al día, ¿sabes cuánto debes aumentar la cantidad si estás embarazada o dando el pecho? ¡Te lo contamos!
La hidratación durante el embarazo
Ya os contamos hace algunos días que según una encuesta realizada entre más de 2.000 madres, el 70 por ciento de las mujeres embarazadas no sigue unos hábitos de vida y alimentación saludables, una cifra sin duda preocupante, ya que podría afectar a la salud de la madre y del bebé.
Entre los aspectos a mejorar se encuentra el mantener una correcta hidratación durante el embarazo, y es que sólo tres de cada diez embarazadas sabe que durante la gestación las necesidades de líquido aumentan.
Las embarazadas necesitan agua "para formar el líquido amniótico que rodea al bebé, apoyar el aumento en el volumen de plasma sanguíneo y producir leche materna", ha explicado en el Congreso Internacional de Hidratación, Adriana Ortiz, profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Y es que el agua representa dos terceras partes del aumento del peso materno, y al final del primer trimestre supone un 94 por ciento del peso del bebé.
La importancia de beber agua
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria aconseja que entre el 70 y el 80 por ciento de la hidratación diaria provenga preferiblemente del agua, y el 20 y 30 por ciento restante se complete con la ingesta de alimentos con alto porcentaje de agua, como frutas y verduras.
El agua es una bebida natural y muy saludable, que al no tener calorías no influye en la ganancia de masa grasa y aporta al cuerpo (incluída la piel) toda la hidratación que necesita.
Pero los beneficios de beber las cantidades de agua recomendadas durante el embarazo no se quedan sólo aquí, pues además:
Ayuda a combatir el estreñimiento, tan habitual en el embarazo.
Ayuda a depurar el cuerpo de toxinas,reduciendo la incidencia de cálculos renales e infecciones de las vías urinarias.
Previene la acidez y las náuseas.
Si la embarazada tiene vómitos, beber agua le ayuda a reponer la pérdida de líquidos y a evitar la deshidratación.
En épocas de especial calor, una adecuada hidratación mejorará la circulación sanguínea, nos ayudará a mantener la temperatura corporal y a tolerar mejor el calor.
La hidratación durante la lactancia
Es frecuente que durante la lactancia la mujer experimente más sed de la habitual. Esto es debido a la cantidad de agua que se pierde a través de la producción de leche materna. No en vano, el 88 por ciento de la leche materna es agua.
Así pues, la madre lactante debería beber aproxidamente entre dos litros y medio y tres litros de agua diarios, algo que seguramente le resultará muy sencillo porque, como hemos dicho, el propio organismo se lo pedirá a través de la sensación de sed.
Resumiendo, es necesaria una buena hidratación en la época del embarazo y la lactancia. Y, como hemos visto, la mejor opción para hidratarse es, sin duda, el agua. Una bebida natural que, en líneas generales, va a ayudar al organismo a transportar nutrientes, eliminar desechos y favorecer la digestión.
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Vía | Infosalus
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