Cada año, el 31 de octubre, en muchos lugares del mundo se celebra Halloween, también llamado noche de brujas. Es una celebración de los países anglosajones que con el paso de los años ha ido adquiriendo mayor popularidad en otros países, como España y algunos de Latinoamérica.
Pero, ¿qué tan bueno es que se adopte esta costumbre que actualmente se celebra con disfraces y muchas golosinas? Te cuento acerca del origen de esta celebración, así como lo bueno y lo malo de su adopción en otros países.
El origen de Halloween
Aunque hoy todos nos refiramos a esta celebración como "Halloween", se origina de una antigua festividad celta llamada "Samhain", una palabra del irlandés antiguo que significa 'fin del verano'. Esta fiesta se celebraba durante la época de cosechas y se consideraba como el Año Nuevo Celta, siendo una fiesta de transición.
El Samhain es una noche de espíritus, en la que según la creencia, las leyes del tiempo y el espacio son suspendidas de manera temporal, haciendo que desaparezca la barrera entre los dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. De este modo, los espíritus, tanto buenos como malos, podían atravesar esa barrera durante la noche, haciendo posible la comunicación con quienes ya habían fallecido.
Los seres queridos y los ancestros eran invitados y recibían homenajes, mientras que los espíritus malos eran ahuyentados. De ahí se cree surge el uso de trajes y máscaras, pues servían para alejarlos, ya que al adoptar la apariencia de otro ser maligno, se evitaba ser dañado por ellos.
Con el paso de años y la ocupación romana de los dominios celtas, esta celebración fue adoptada con algunas modificaciones. Tiempo después, la iglesia católica decidió convertir esta festividad al cristianismo, haciendo que el primero de noviembre fuera el "Día de todos los santos", y que es como se origina la palabra Halloween. Ésta proviene de la frase "All Hallows Eve", que en español quiere decir "Víspera de Todos los Santos", refiriéndose dicha fiesta cristiana.
En el siglo XIX, esta festividad llegó a Estados Unidos, pero adquirió popularidad hasta 1921, cuando se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota. Durante las décadas siguientes la fiesta fue tomando popularidad en Estados Unidos, hasta que a finales de los años 70 y principios de los 80, adquirió fama internacional tras estrenarse la ahora clásica película de terror "Halloween".
El Halloween que conocemos hoy en día es un resultado de toda esa evolución y actualmente se celebra principalmente en los países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda, pero también ha adquirido bastante popularidad en España y diversos países de Latinoamérica en los últimos años. Y aunque muchos países lo conocen y celebran, algunos tienen sus propias fiestas para honrar a los difuntos, como el Día de Muertos en México, que celebramos el 2 de noviembre.
Lo bueno y lo malo de adoptar Halloween en otros países
A lo largo de los años hemos leído muchas teorías acerca de por qué no deberíamos adoptar Halloween como una fiesta, ya que estamos abriendo la puerta a seres malignos. Pero en realidad, quienes principalmente lo celebran y esperan con entusiasmo, son los niños.
Estoy completamente segura que no lo hacen con intenciones oscuras, sino con la inocencia y diversión que ellos le ponen a cada actividad que realizan. Veamos cuáles son sus puntos buenos y sus puntos malos:
Lo bueno
Es una celebración, una fiesta, lo que se refleja en el ánimo y alegría que se vive cuando vemos a los niños prepararse para Halloween. Muchas familias eligen preparar una cena o fiesta en casa, lo que se traduce en pasar un tiempo ameno conviviendo en familia.
Otro aspecto positivo, es que podemos enseñarle a los niños que existen otras costumbres además de las de su país, y que si nos apetece, también podemos hacerles un espacio en nuestro hogar. Por ejemplo, si elegimos celebrar Halloween según su origen, podremos enseñarles que aunque nuestros seres queridos ya no están, existen días en los que podemos honrar y recordarles.
Además, lo más interesante para ellos es la diversión que ofrece el disfrazarse y decorar su casa. A los niños les encanta usar su imaginación y pretender que pueden ser alguien más, como su superhéroe favorito o alguien a quien admiren. Para ellos Halloween es ese día en el que pueden disfrazarse y ser quien ellos elijan.
Lo malo
Un aspecto negativo que podemos encontrar al adoptar la celebración Halloween en otros países, es que tomamos una costumbre que no es la mejor para los niños (ni para nadie en realidad): consumir muchos dulces. Afortunadamente, siempre es posible recurrir a alternativas a los dulces y como padres, cuidar los excesos en el consumo de las golosinas.
¿Tú celebras Halloween en casa?
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