Es un acontecimiento espectacular y muy poco frecuente que un bebé nazca dentro de la bolsa amniótica intacta, sin romper, como si todavía estuviese dentro del útero materno. Es lo que se llama parto velado y a los niños que vienen al mundo de esta manera les conoce como enmantillados, con manto, velo o toquilla.
Aunque es muy extraño, lo más habitual es que suceda en partos vaginales, pero también puede suceder en escasísimas oportunidades en partos por cesárea, porque al realizar la intervención enseguida se rasga la bolsa. Aquí tenemos un ejemplo en un increíble vídeo de un bebé que nace dentro de la bolsa amniótica por cesárea.
Parto velado
Que el bebé mantenga el saco amniótico intacto hasta el momento de nacer es algo muy raro, porque la mayoría de las veces se rompe espontáneamente, antes o después, durante el trabajo de parto. Si no, se suele romper artificialmente para acelerar el proceso de parto, aunque esta intervención no implica un parto más rápido y no está justificada como procedimiento de rutina.
Si no se produjera la rotura de membranas de forma precoz, tal vez sea más habitual ver partos velados, viendo nacer al bebé dentro de la bolsa y rodeado de líquido amniótico, tal cual permanece dentro del útero y moviéndose sin enterarse que ha nacido.
Una vez nacido, se rompe la bolsa y entra aire por primera vez en sus pulmones produciéndose su primera respiración, aunque todavía continúa recibiendo oxígeno a través del cordón umbilical y la placenta, como lo hacía dentro del útero materno, hasta que este se corta o deja de latir.
Vía | Facebook - Sanat Fotoğraf
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