La Sociedad Española de Inmunología y Alergia Pediátrica informa que la alergia alimentaria puede afectar hasta un 7% de la población española y éstas se inician durante la infancia, de hecho no es raro que un niño tenga algún tipo de alergia alimentaria.
Pero volviendo al tema de los frutos secos, hay que tener mucho cuidado cuando le damos al niño algún fruto seco, pues si el niño tiene alguna reacción alimentaria contra los frutos secos, como la picazón, el dolor de estómago, etc., no sabrá cómo decirnos que le está ocurriendo algo y más aún si es bien pequeñito. Siempre que le demos algún fruto seco, deberemos observar al niño y más cuando se trata de la introducción de un nuevo alimento en su dieta, indistintamente de si se trata de un fruto seco o no. También tenemos que tener en cuenta si hay antecedentes en la familia de algún tipo de alergia relacionada con los frutos secos para así poder estar prevenidos, aunque en estos casos, se recomienda que el niño tenga 3 o 4 años para empezar a introducirlos en su alimentación.
Si tu hijo ha presentado una reacción alérgica a un fruto seco, hay que extremar las precauciones tanto con el fruto en sí como con cualquier producto que pueda contenerlos, por tanto hay que revisar concienzudamente la lista de ingredientes que se utilizan en la elaboración de un determinado producto.
Las alergias alimentarias son un tema muy importante a tener en cuenta para garantizar una salud adecuada en el pequeño.
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