Asma en niños: cuáles son los síntomas y cómo controlarla

El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños, que afecta a aproximadamente el 12 por ciento de los niños con edades comprendidas entre los 6 y los 14 años. En España, tiene una alta prevalencia superior a la media de otros países de nuestro entorno.

Se caracteriza por episodios de dificultad respiratoria provocada por una inflamación bronquial que obstruye la vía aérea de manera total o parcial. Se asocia a episodios de tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo. El asma no tiene cura, pero sí se pueden tomar medidas para aliviar los síntomas.

Síntomas de asma infantil

  • Tos frecuente que empeora con una infección viral. Episodios de tos que aparecen durante la noche, cuando realiza ejercicio o se expone a aire frío.
  • Un silbido o una sibilancia al espirar, lo que se conoce como "pitidos"
  • Dificultad para respirar, sensación de ahogo
  • Congestión u opresión torácica
  • Dolor en el pecho o sensación de fatiga

Si tu hijo sufre estos síntomas o algunos de ellos, es necesario consultar con el pediatra.

Cómo controlar el asma

Una vez diagnosticado el asma, lo primero que debe hacerse es evitar que el niño se exponga a los agentes desencadenantes:

  • Eliminar de casa disparadores del asma, como polen, moho, los ácaros del polvo del hogar, la piel de gatos, perros y roedores, las plumas de pájaros, etc.
  • Evitar fumar delante de los niños y protegerlos de los ambientes con humo. Este consejo también incluye el período del embarazo, ya que los hijos de padres fumadores tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad en la infancia.
  • Practicar ejercicio y deportes al aire libre: al contrario de lo que pueda creerse, la actividad física y el asma no son incompatibles, ya que una actividad física regular y moderada actúa beneficiosamente en el sistema inmunológico y puede reducir la inflamación alérgica.
  • Evitar situaciones tristes y estresantes para los niños ya que está demostrado que el estrés agrava el asma infantil
  • Prestar atención a los primeros síntomas de asma (respiración dificultosa, silbidos ocasionales en el pecho, opresión torácica o tos) para prevenir una crisis más grave.
  • Seguir correctamente el tratamiento en la dosis, frecuencia y duración indicadas por el médico. Es importante no interrumpir la medicación y educar al niño sobre la correcta administración de los inhaladores.
  • Ante un crisis, tranquilizar al niño, colocarlo sentado en una postura cómoda (preferiblemente con los brazos apoyados en una mesa), aplicar la medicación y hacer que realice respiraciones con los labios fruncidos y sirviéndose del abdomen.
  • Concienciar al niño sobre su condición de asmático: al igual que los niños con alergias o intolerancias alimenticias, ayuda a tu hijo a convivir con la enfermedad y comunicarlo en cumples o cuando no está contigo.

Actividad física y asma

La actividad física y el asma no son incompatibles. En niños con asma es muy frecuente que aparezcan los síntomas después de realizar actividades físicas, lo que se conoce como asma de esfuerzo.

Esto no significa que deba dejar de practicar deporte, pues una actividad física regular y moderada actúa beneficiosamente en el sistema inmunológico y puede reducir la inflamación alérgica.

Lo recomendable para estos niños es realizar calentamientos correctos, e intentar evitar deporte al aire libre los días de mucho frío o mucho viento, o los días que previamente ya hayas tenido síntomas de asma. En algunos casos concretos también puede ser útil tomar la medicación antes de realizar el deporte.

Tratamiento del asma en niños

Existen dos tipos básicos de medicamentos para el tratamiento del asma: los medicamentos de control prolongado con acción antiinflamatoria, que corrigen la inflamación de los bronquios y se utilizan durante largos periodos de tiempo para prevenir síntomas de asma (Esteroides inhalados, Broncodilatadores de acción prolongada, inhibidores de leucotrienos y cromoglicato disódico) y los medicamentos de alivio rápido o broncodilatadores que funcionan rápidamente para controlar las crisis de asma (inhaladores).

Los niños que usan un inhalador deben utilizar un dispositivo "espaciador" o cámara para que ayudar que el medicamento llegue adecuadamente hasta el pulmón. La técnica para aplicar los medicamentos es muy importante, ya que de ello depende la eficacia del tratamiento, aunque sólo 9% de los pacientes de asma utilizan su inhalador correctamente. Aquí os contamos cómo hacer bien los inhaladores con los niños sin que lloren y sea un infierno.

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