Sobre todo el riesgo afecta a los niños pequeños de dos o tres años que pasan largas horas en la piscina o acuden a cursos de natación en el verano.
“Sus pulmones aún están en plena fase de desarrollo, un período durante el cual su función respiratoria es más proclive a reaccionar de un modo anómalo ante la presencia de un elemento irritante como es el cloro", manifestó el Dr. Franchek Drobnic. Tampoco creo que los padres debamos alarmarnos más de la cuenta hasta el punto de prohibirles la piscina. Pero sí controlar el nivel de cloro de la piscina a la que acuden nuestros hijos y en todo caso consultarlo con el pediatra para tomar las medidas más adecuadas.
Vía | Consumer.es En Bebés y más | Los niños que abusan de los baños en piscinas tienen más riesgo de padecer asma y alergias