Hemos dicho que fumar y también que no llevar una dieta equilibrada durante la gestación pueden aumentar la posibilidades de que el bebé desarrolle labio leporino o paladar hendido, una malformación que se produce cuando no se cierran adecuadamente los tejidos que forman el labio superior o el paladar.
El ácido fólico es esencial para prevenirlo, así como evitar el consumo de alcohol, especialmente las bebidas destiladas seguidas del vino y la cerveza, según reveló un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Iowa.
Encontraron que el consumo compulsivo de este tipo de alcohol (4 ó 5 copas seguidas) en el mes previo a la concepción y en el primer trimestre del embarazo aumentó el riesgo de fisuras faciales, más entre las mujeres que no había tomado ácido fólico.
Los autores del estudio explicaron que el alcohol inhibe el efecto del ácido fólico funcionando como antagonista del ácido fólico, vitamina esencial que se recomienda tomar desde antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo y que ayuda a prevenir malformaciones congénitas como el labio leporino y la espina bífida.
Si bien el estudio no es concluyente y aún faltan más pruebas para establecer una relación directa entre el alcohol y los bebés nacidos con el labio hendido, como ya hemos comentado varias veces en el blog, es preferible no consumir ni una sola gota de alcohol a partir del momento que empieces a buscar un bebé.
Es un pequeño esfuerzo que debes hacer por la salud de tu futuro hijo.
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