Las mascarillas se han convertido en la herramienta más eficaz, junto con el lavado de manos y la distancia social, para prevenir el contagio del coronavirus. Sin embargo, mientras que son una medida de seguridad para la mayoría de las personas, suponen un peligro para los bebés y los niños pequeños que no deben usar mascarilla por el riesgo de asfixia.
El Covid-19 se propaga principalmente a través de las pequeñas gotas que dispersamos al hablar, toser o estornudar, y las mascarillas reducen la probabilidad de que esas gotas lleguen a otras personas, ya que incluso si no tiene síntomas, una persona podría portar el virus y propagarlo.
A partir de qué edad pueden usar mascarilla los niños
Los padres de niños pequeños se preguntan cuál es la edad recomendada para que los niños comiencen a usarlas. Pero la prevención no puede convertirse en un peligro, así que veamos qué dicen los organismos oficiales sobre el uso de mascarillas en bebés y niños pequeños.
El Ministerio de Sanidad recomienda su uso en niños sanos a partir de los tres años y de uso obligatorio a partir de los seis años, mientras que la Asociación Española de Pediatría advierte que los niños menores de dos años no deben usar mascarilla por riesgo de asfixia.
También este organismo menciona cuestiones prácticas, ya que es complicado que los menores de cinco años usen adecuadamente las mascarillas. Para ello recomienda implantar la cultura de la protección y que vayan aprendiendo a usarla sin forzar, ni castigar.
Por su parte, los Centros para el Control de Enfermedades ( CDC ) de Estados Unidos tampoco recomiendan el uso de mascarillas en niños menores de dos años debido al riesgo de asfixia. Cualquier persona que tenga problemas para respirar o esté inconsciente, incapacitado o no pueda quitar la cubierta sin ayuda, no debe usarlas.
El Gobierno del Reino Unido advierte que los niños menores de tres años o aquellos a quienes les resulte difícil manejarlas correctamente no deben usar coberturas faciales.
Por qué podrían asfixiarse
Las vías respiratorias de los bebés son más pequeñas, por lo que respirar a través de una mascarilla puede resultar aún más difícil para ellos. Si tienen problemas para respirar, los bebés y los niños pequeños no pueden decírnoslo, ni tienen la capacidad para quitarse la mascarilla sin ayuda.
Tal vez algunos niños sí, pero por norma se debe establecer un límite seguro para la población en general. Es posible que no tengan las habilidades motoras o la coordinación para quitarse una mascarilla de forma segura si tienen dificultad para respirar.
Por su parte, las bandas elásticas y las tiras que rodean la cabeza también pueden ser un peligro de estrangulamiento para los niños.
La Asociación de Pediatría de Japón advierte sobre la prohibición de que los niños menores de dos años usen mascarillas, debido a que "pueden dificultar la respiración porque los bebés tienen conductos respiratorios estrechos”, lo que aumenta la carga de esfuerzo sobre sus corazones. Además, añade que aumenta el riesgo de que los más pequeños sufran un golpe de calor.
¿Qué pasa con los niños de entre dos y tres años? Vemos que según las recomendaciones de los expertos, esta es la edad bisagra para el uso de las mascarillas, puesto que depende mucho de la madurez de cada niño.
Menos de dos años bajo ningún concepto y a partir de esa edad, por períodos cortos y controlando. Como padres, debemos observar si nuestro hijo es capaz de decirnos si tiene algún problema, o de quitarse la mascarilla solo en el caso de necesidad. Además, es fundamental que vigilemos al niño en todo momento al llevar puesta las mascarilla.
Si vemos que no es capaz de usarla adecuadamente, quiere quitársela o se la toca con las manos, su uso será contraproducente. En ese caso, deberemos reforzar las medidas de prevención como el lavado de manos y la distancia social.
Uso correcto de mascarillas en niños
Para los niños que tienen una edad adecuada para llevarlas, las mascarillas tienen que estar bien colocadas, ser homologadas, estar íntegras y ser adecuadas al tamaño de la cara del niño.
En los niños sanos que no presenten síntomas, las mascarillas higiénicas son suficientes. Deben lavarse o cambiarse periódicamente según indicaciones del fabricante.
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