Las bebidas con altos contenidos calóricos se vienen asociando a la obesidad en los niños desde hace algún tiempo, pero aparentemente no todos los estudios realizados relacionados al tema, han encontrado suficiente evidencia para soportar esta afirmación.
Sin embargo un estudio reciente, cuyos resultados fueron publicados en el Journal of the American Dietetic Association, encontró que los niños que regularmente (al menos 4 o 6 veces por semana) toman sodas, gaseosas o jugos de frutas (no 100% naturales) entre comidas y a la hora de la merienda, tienen el doble de riesgo de tener sobrepeso, que los niños que no consumen bebidas con alto contenido calórico entre comidas.
Según uno de los miembros del equipo que realizó la investigación, ofrecer a los niños jugos o zumos de frutas 100% naturales y leche es una mejor elección.
Otra cosa que debemos considerar según la investigadora es que al dar un vaso de jugo a un niño, probablemente hará que su apetito dismuya para la hora de la comida, por lo que si el niño lo que quiere es una bebida para calmar la sed lo mejor es un vaso de agua y yo concuerdo totalmente en eso. Creo que es muy importante que acostumbremos a nuestros hijos desde pequeños a tomar agua.
Vía | Yahoo news En Bebés y más | Cómo afectan las bebidas con gas