Concretamente, han descubierto que el benzoato de sodio (E211), conservante habitualmente utilizado en refrescos como Fanta, Sprite o Coca Cola Light y los colorantes artificiales E110, E102, E122, E124, E129 y E104, presentes en la mayoría de caramelos y dulces, aumentan la hiperactividad en los niños, incluso en aquellos que no sufren ese trastorno.
Las pruebas han sido realizadas en más de 300 niños a los que dividieron en dos grupos. A uno compuesto por niños de 3 años se le dio de beber un refresco que contenía mayores niveles conservantes y colorantes artificiales, mientras que a otro grupo compuesto por niños de 8 y 9 años se les dio un placebo.
Observaron que el primer grupo mostró signos de hiperactividad como pérdida de concentración, mayor locuacidad y dificultad para jugar con un solo juguete o acabar una tarea.
Esto vendría a confirmar lo que se supuso durante mucho tiempo, que las bebidas que contienen esta clase de aditivos tienen efectos perjudiciales para los niños. Aunque no sólo están en los refrescos sino que hay muchos alimentos preparados con ellos.
Está ahora en manos de las autoridades legislar al respecto para comenzar a eliminar este tipo de sustancias de los alimentos que consumen los niños, y de promover campañas para que los padres pongamos más atención en las etiquetas de los alimentos.
Vía |La Vanguardia Más información | aspec.org En Bebés y más | El niño hiperactivo En Bebés y más | La hiperactividad infantil podría tener causas genéticas En Bebés y más | Noticias sobre hiperactividad